La corte emitió la orden argumentando que la acción del hombre viola la ley de seguridad para la aviación surcoreana y que se trata de una ofensa seria.
El tribunal también menciona el riesgo de fuga del arrestado, que contó a la policía que últimamente se había sentido muy estresado tras perder su empleo y que se vio de repente muy agobiado dentro de la aeronave y decidió abrir la puerta para poder salir lo antes posible.
Violar la ley de seguridad para la aviación puede acarrear penas de hasta 10 años de cárcel en Corea del Sur.
El pasajero, que fue detenido por la Policía una vez en tierra, aprovechó que el personal de cabina se había sentado y abrochado los cinturones para prepararse para el aterrizaje para abrir la puerta cuando el avión se encontraba volando aún a más de 200 metros de altura.
Esto atemorizó a los ocupantes del avión, donde viajaban además medio centenar de niños y adolescentes, tal y como muestran vídeos tomados por algunos pasajeros y compartidos en redes sociales.
Ninguno de los 194 pasajeros que iban a bordo del avión resultaron heridos durante el aterrizaje, pero una docena experimentó hiperventilación y nueve tuvieron que ser hospitalizados sin pronóstico grave.