La principal fuerza de la oposición de Corea del Sur, el Partido Democrático, anunció este jueves que presentará a principios de diciembre la moción parlamentaria para el proceso de destitución de la presidenta Park Geun-hye, implicada en un gran escándalo político.
El partido someterá a votación la moción del "impeachment" en la Asamblea Nacional "entre el 2 y el 9 de diciembre", según indicó a la agencia EFE en Seúl uno de sus portavoces.
La principal fuerza opositora se centrará en preparar la moción y de momento no abordará cuestiones como el nombramiento de un primer ministro (el anterior fue destituido en pleno escándalo) o la propuesta de un nuevo gabinete, según el portavoz.
Los tres principales partidos de la oposición anunciaron el lunes su intención de promover el "impeachment" después de que la Fiscalía señalara a la presidenta como cómplice de su amiga Choi Soon-sil -conocida como "la Rasputina coreana"- en un caso de corrupción y tráfico de influencias a gran escala.
Para que prospere el proceso de destitución se necesita en primer lugar la aprobación de dos tercios de la Cámara Baja.
A pesar de que la oposición no cuenta con una mayoría tan amplia es probable que prospere la iniciativa, ya que varios diputados del partido gobernante Saenuri han dado la espalda a su presidenta y se han unido a las peticiones de dimisión.
Una vez aprobada en el parlamento, serían necesarios los votos a favor de seis de los nueve jueces del Constitucional para dar luz verde definitiva al que sería el primer proceso de destitución en Corea del Sur desde la fundación del país en 1948.
La jefa de Estado se encuentra debilitada y acosada por las peticiones masivas de dimisión y por los intentos de llevarla a los tribunales en relación al tremendo escándalo protagonizado por ella y Choi Soon-sil.
Los fiscales creen que, con la connivencia de Park, Choi extorsionó dinero de empresas para quedarse con parte de los fondos, intervino en asuntos de estado sin ostentar cargo público alguno, editó discursos presidenciales y logró que se otorgaran privilegios académicos a su hija.
Esto ha causado una gran indignación en el país, llevando a las calles a más de un millón de personas en las últimas semanas para pedir a dimisión de la presidenta.