El gobierno de Corea del Norte acusó a su par del Sur de querer secuestrar a un grupo de nueve desertores norcoreanos que fue recientemente repatriado al país comunista desde Laos, según una nota publicada este miércoles en la web de la agencia KCNA.
La devolución de los nueve jóvenes por parte de las autoridades de Laos desató en Seúl el temor a que los desertores norcoreanos que emprenden una larga y dura travesía desde China -muchas veces a través de Laos- para pedir asilo en Corea del Sur empiecen a no contar ahora con el apoyo de Vientiane (capital de Laos).
La nota publicada por el régimen norcoreano a través de su agencia oficial de noticias descartó, sin embargo, que fuera una repatriación forzosa y acusó a Corea del Sur de querer secuestrar a los nueve norcoreanos, de entre 15 y 23 años.
"Se ha sabido recientemente que el grupo de marionetas surcoreanas trató de tentar y abducir a varios jóvenes de la RDPC (República Democrática Popular de Corea) para llevarlos a Corea del Sur", señala el artículo que cita como fuente a un portavoz no identificado de la Cruz Roja norcoreana.
El comunicado, el primero de Pyongyang desde la repatriación, asegura que Seúl envió a "traficantes de personas, disfrazados de religiosos" a la frontera norcoreana con China para secuestrar a los jóvenes.
El texto considera que "esos tipejos" les obligaron a leer "por la fuerza" la Biblia a modo de "lavado de cerebro".
"Mientras intentaban llevarlos ilegalmente al Sur de Corea haciendo escala en otros países, los títeres surcoreanos fueron descubiertos y no pudieron cumplir su objetivo", asegura el documento.
Pyongyang considera esto un "complot" de Seúl "en colaboración con EE.UU." contra Corea del Norte para subrayar "el inexistente problema de los derechos humanos".
Respuesta de Corea del Sur
En respuesta, un portavoz del gobierno surcoreano citado por la agencia Yonhap dijo que los argumentos de Pyongyang "son absurdos y carentes de base".
Los nueve jóvenes fueron detenidos el pasado 10 de mayo, supuestamente por cruzar ilegalmente la frontera con China, por autoridades de Laos.
Pese a que la embajada surcoreana pidió su custodia, Laos los entregó a China, que los devolvió a Corea del Norte el 28 de mayo.
Según el gobierno de Seúl, los jóvenes, guiados por misioneros surcoreanos, llegaron a Laos, una de las rutas más utilizadas por los desertores norcoreanos, con la intención de ser enviados al Sur.
Seúl y varias organizaciones de derechos humanos temen que sean duramente castigados por el régimen de Corea del Norte por tratar de desertar.