El mandatario peruano modificó el alto mando debido a publicaciones de la prensa que lo vinculaban a irregularidades en el interior de la institución castrense.
El presidente de Perú, Alan García, anunció la noche del lunes que decidió reemplazar a los jefes del Ejército, en medio de una serie de denuncias de la prensa sobre supuestos actos de corrupción en esa institución.
García informó que aceptó "la renuncia" del general César Reinoso y nombró en su reemplazo al general Edwin Donayre.
Además, cambió al jefe de Estado Mayor y al Inspector General del Ejército, así como al jefe de la Región Militar Centro, que abarca a Lima.
García tomó la decisión después de que una serie de informaciones periodísticas denunciaran el manejo irregular de los bonos por combustibles, que se entregan en dinero a los altos oficiales, y la compra de pertrechos defectuosos y raciones de alimentos en mal estado.
Los cambios, subrayó García, permitirán "fortalecer la imagen y presencia del Ejército peruano y profundizar los cambios que la modernidad tecnológica requiere" en el instituto armado.
El ministro de Defensa, Allan Wagner, destacó, por su parte, que el nuevo jefe del Ejército "es un oficial muy distinguido, con un fuerte ascendiente institucional, trayectoria de honestidad y apego a las mejores tradiciones del Ejército".
"De esta manera se produce un cambio importante en el Ejército, que abre paso a la profundización de reformas necesarias en la institución", acotó.
Wagner también informó de que García designó al actual jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general José Williams, representante de Perú ante la Junta Interamericana de Defensa.
El ministro sostuvo que estas medidas permiten "una renovación generacional en el comando" de las Fuerzas Armadas, por lo que señaló que se encuentra "muy complacido y satisfecho por las decisiones que ha tomado el presidente de la República". (EFE)
