El ex presidente peruano Alan García afirmó este lunes, en una carta leída por su secretario, que tras el rechazo del asilo diplomático que solicitó a Uruguay se pondrá "a disposición de todas las investigaciones" que le sigue la Justicia de su país.
"Declaro que solicité el asilo previsto en la Constitución ante la inminencia de una orden de detención, pero cumplido ese paso estaré en mi domicilio a disposición de todas las investigaciones", apuntó García en La carta leída a periodistas por su secretario, Ricardo Pineda.
El ex gobernante rechazó, además, que exista alguna "prueba o depósito" que lo vincule "a ningún hecho delictivo", y dijo que las informaciones difundidas en los últimos días sobre presuntos actos de corrupción con la constructora brasileña Odebrecht "son solo rumores y especulaciones, que jamás tendrán comprobación por ser totalmente falsas".
García, quien permanece en su casa del distrito limeño de Miraflores desde que abandonó la residencia del embajador uruguayo en Perú, agregó en su comunicado que "asistirá con puntualidad" a las citaciones de la Justicia y que espera que las versiones sobre una presunta "detención arbitraria" sean falsas.
No pedirá asilo diplomático a otro país
Además, el abogado del ex mandatario, Erasmo Reyna, informó que García no solicitará asilo diplomático a otro país.
El letrado indicó al Canal N que García mantiene su posición de declararse un perseguido político, el principal argumento esgrimido ante Uruguay para solicitar el fallido asilo.
"Hemos argumentado siempre que la persecución se da de un sector del Ministerio Público (Fiscalía) que responde a un interés político", apuntó.
El Gobierno de Uruguay denegó este lunes el asilo diplomático pedido por García por considerar que "en Perú funcionan autónomamente y libremente los tres poderes del Estado, y especialmente el Poder Judicial", según declaró el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez.
García solicitó el asilo el 17 de noviembre, pocas horas después de que un juez le prohibiera abandonar Perú por dieciocho meses dado que reside en España desde 2016 y un fiscal lo investiga por los sobornos que la constructora brasileña Odebrecht pagó para la construcción de la Línea 1 del Metro de Lima.