Se le acusa de presunto lavado de dinero en sus anteriores campañas electorales.
En su acusación, el fiscal Pérez solicita más de 30 años de prisión para Fujimori, que eludiría temporalmente el proceso si lograse ganar las elecciones.
La justicia peruana evaluará el lunes 21 de junio la solicitud de la fiscalía para que la candidata presidencial Keiko Fujimori regrese a prisión provisional, a la espera de que se decida si se le abre juicio por presunto lavado de dinero en sus anteriores campañas electorales.
El cuarto juzgado de investigación preparatoria nacional permanente especializado en crimen organizado atenderá así la solicitud del fiscal anticorrupción José Domingo Pérez, a cargo de investigar el caso.
El pedido del fiscal se produjo después de comprobar que Fujimori tuvo contacto durante la campaña electoral con testigos de la investigación, una de las prohibiciones impuestas dentro de la libertad condicional que se le otorgó hace un año atrás.
La hija y heredera política del ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000) ya pasó quince meses en prisión provisional entre 2018 y 2020.
A la líder del partido fujimorista Fuerza Popular se le imputa presunto lavado de dinero en la financiación irregular de sus anteriores campañas electorales, donde ocultó millonarias donaciones de grandes empresas mediante una contabilidad ficticia.
Entre las donaciones recibidas hay presuntamente 3,6 millones de dólares de Credicorp, la corporación financiera más grande Perú, y supuestamente un millón de dólares de la constructora brasileña Odebrecht.
Tras más de cuatro años desde que iniciaran las primeras pesquisas, el expediente del fiscal está bajo revisión de la Justicia peruana, que decidirá si abre juicio contra Fujimori.
En su acusación, el fiscal Pérez solicita más de 30 años de prisión para Fujimori, que eludiría temporalmente el proceso si lograse ganar las elecciones y proclamarse la primera mujer en presidir de Perú.
En ese sentido, Keiko Fujimori ha intentado anular unos 200 mil votos de los comicios celebrados el domingo, al comprobar que el recuento le volvía a dejar como perdedora por tercera elección consecutiva tras haberse visto superada también en 2011 ante Ollanta Humala y en 2016 frente a Pedro Pablo Kuczynski.
El recuento oficial de votos ya da como ganador matemáticamente de las elecciones a su rival Pedro Castillo, que aventaja a Fujimori en unos 51.000 votos, un estrecho margen insalvable para la candidata de derechas a menos que le surtan efecto sus impugnaciones.
Fujimori denuncia sin pruebas fehacientes un supuesto "fraude sistemático" cometido por su rival, y por ello ha intentado anular miles de votos en zonas andinas rurales donde Castillo ha tenido un apoyo aplastante.
Sin embargo, las misiones de observaciones electorales de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore) destacaron que el proceso electoral fue correcto y exitoso, sin incidentes graves.
