El presidente de Perú, Pedro Castillo, intentó aliviar este martes la aguda crisis política que afronta su Gobierno con la designación de un nuevo gabinete de ministros, el cuarto en poco más de seis meses de gestión, mientras la oposición política suma cada vez más voces a favor de su renuncia.
Castillo encargó la jefatura del Consejo de Ministros al abogado Aníbal Torres, quien hasta la fecha era ministro de Justicia y Derechos Humanos, en reemplazo del polémico congresista Héctor Valer, quien renunció el pasado sábado, apenas cuatro días después de asumir el cargo, presionado por las denuncias de violencia intrafamiliar en su contra.
Pasados pocos minutos desde la juramentación del nuevo equipo ministerial, varios congresistas de la oposición expresaron a través de las redes sociales su rechazo a la designación de Torres, cuestionando la promesa que hizo Castillo de conformar, esta vez, un gabinete "más participativo y de ancha base".
"Suicidio en Palacio: el presidente Castillo pone fin a su presidencia al nombrar como primer ministro al más errático, confrontacional y resentido de sus ministros, el inefable Aníbal Torres", escribió en Twitter el parlamentario Carlos Anderson, vocero del partido derechista Podemos Perú.
Torres, quien fue el principal asesor legal del partido marxista Perú Libre que llevó a Castillo al poder, juró al cargo en una ceremonia celebrada en el Palacio de Gobierno de Lima, en la que el mandatario también tomó juramento a seis nuevos ministros y ratificó a otros doce.
Con este nuevo intento de apaciguar los cuestionamientos de la opinión pública y la confrontación política, Castillo ya acumula 21 bajas de ministros, un reemplazo cada poco más de nueve días de promedio, ad portas de cumplir 200 días al frente del país.
LOS CAMBIOS SECTORIALES
Esta vez, la remodelación del gabinete comprendió al Ministerio de Salud, donde juró el médico cirujano Hernán Condori; de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, donde fue designada la activista feminista Diana Miloslavich; y de Justicia y Derechos Humanos, que fue asumido por Ángel Yldefonso.
Castillo también hizo cambios en las carteras de Energía y Minas, donde asumió el ingeniero Carlos Palacios; en la de Desarrollo Agrario y Riego, donde juró el congresista oficialista y docente Óscar Zea, y en la del Ambiente, donde fue designado el investigador Modesto Montoya.
En cambio, el mandatario izquierdista ratificó a los titulares de los doce despachos restantes, entre ellos Alfonso Chávarry, en Interior, y José Luis Gavidia, en Defensa, cuyas designaciones la semana pasada también desataron controversia por acusaciones en su contra: el primero por presuntos vínculos con el tráfico ilícito de drogas y el segundo por supuesta violencia intrafamiliar.
El nuevo gabinete, que deberá presentarse en los próximos días ante el Congreso para pedir su voto de confianza, arrancará sus funciones este miércoles en el primer Consejo de Ministros bajo el liderazgo de Torres.
EVENTUAL PEDIDO DE VACANCIA
Esta remodelación fue la respuesta del jefe de Estado a la severa crisis política que comenzó la semana pasada, con la salida de Mirtha Vásquez de la presidencia del Consejo de Ministros.
Este crispado escenario llevó a la oposición política, que domina el Congreso, y a algunos medios de comunicación a lanzar pedidos para que Castillo renuncie, así como advertencias de que, si no lo hace, presentarán una moción para intentar destituirlo.
A estos pedidos se sumó también el defensor del pueblo, Walter Gutiérrez, quien aseguró en una entrevista con la cadena internacional CNN que "invitaría" al gobernante "a que renuncie", dado que "no ha dado muestras de lealtad con sus colaboradores", ni de "valores democráticos", y tampoco "de respetar estándares mínimos de integridad para elegir a sus ministros".
La renuncia, sin embargo, parece ser aún una posibilidad "absolutamente descartada" por Castillo, según aseveró este martes el ahora ex ministro de Salud Hernando Cevallos.