"La consolidación de la democracia, el Estado de derecho, el equilibrio de poderes y la gobernabilidad en el país es la línea esencial de mi Gobierno", dijo Boluarte, quien se convirtió el miércoles en la sexta persona en ocupar la Presidencia de Perú en seis años.
Inmediatamente a continuación hizo un "llamado fraterno a la calma, a la tranquilidad y a la paz social" en Perú, tras las protestas que han dejado al menos siete detenidos y ocho heridos en las últimas horas.
Boluarte se convirtió en presidenta el pasado miércoles, luego de que Castillo fuera destituido por el Congreso, en respuesta a una medida anunciada por el entonces mandatario que dictó el cierre del Parlamento, la conformación de un ejecutivo de emergencia, el Gobierno mediante decreto, la reorganización del sistema judicial y la convocatoria de una asamblea constituyente.
Esas medidas fueron consideradas mayoritariamente como un golpe de Estado, incluso por Boluarte, quien ocupaba la vicepresidencia en ese momento y que fue electa en 2021 en la candidatura que encabezaba Castillo.
En este sentido, la nueva mandataria pidió evitar "conflictos que pongan en riesgo" la "hermandad" de los ciudadanos.
"Estoy atenta a preocupaciones y demandas sociales y ofrezco mi mano abierta para atender justos reclamos", dijo en referencia a las pequeñas manifestaciones que se han reproducido en distintos puntos del país en rechazo al Congreso.
SIN "CHEQUE EN BLANCO"
Al recordar que fue elegida como parte de una fórmula presidencial que ganó las elecciones en julio de 2021, reconoció que eso no implica tener "un cheque en blanco", sino un compromiso "para salir de la crisis política y los graves efectos de la pandemia".
Prometió "seguir reactivando el país", la nación del mundo con más muertes por covid-19, "y atender las necesidades más urgentes para los ciudadanos.
"Quiero asegurarles que he trabajado arduamente para conformar un gabinete ministerial por la unidad y consolidación democrática que esté a la altura de lo que requiere el país. Un Gobierno que trabaje por la reactivación económica y justicia social, y nos encamine por la senda del progreso", subrayó.
Finalmente, aseguró que "el Gobierno de unidad nacional será para todos los peruanos" y sostuvo que mantendrá el "diálogo" para la "concretización del crecimiento económico y la cohesión social".
EL GABINETE
En una ceremonia protocolaria celebrada en el Palacio de Gobierno, Boluarte tomó juramento al exfiscal superior Miguel Angulo Arana como primer ministro -jefe de gabinete- y le invocó a actuar en contra de la corrupción.
Tras jurar su cargo, la nueva presidenta peruana continuó con el nombramiento de los titulares de los 17 ministerios,ocho de los cuales son ocupados por mujeres.
Boluarte no nombró ministros para Transportes, uno de los más señalados por corrupción en el Gobierno de Castillo, así como para la cartera de Trabajo.
Entre quienes fueron nombrados hoy tampoco está ninguno de los ministros que compusieron el gabinete de Castillo, pese a que todos ellos anunciaron su renuncia inmediata minutos después de que anunciara el miércoles pasado la disolución del Congreso, que iba a gobernar por decreto con un ejecutivo de emergencia, a convocar a una asamblea constituyente y a reorganizar el sistema de justicia.
Muchos de ellos, como la misma Boluarte, denunciaron que la medida de Castillo constituía un golpe de Estado e incluso alguno de ellos, como el entonces canciller, César Landa, pidió ayuda internacional para frenar a Castillo.
Se trata de un gabinete conformado por personas con un amplio perfil técnico, pero sin vínculos conocidos con los partidos con representación parlamentaria.
Tras jurar su cargo como presidenta, Boluarte se reunió con las distintas bancadas parlamentarias con el objetivo de tender puentes con el Congreso, de mayoría opositora, muy fragmentado y con el que Castillo tuvo fuertes enfrentamientos durante sus 17 meses de mandato.