El hermano del presidente mostró sus moretones en una audiencia judicial.
Sin embargo, la policía dijo que la golpiza se debió a que intentó resistirse al traslado.
Antauro Humala, el hermano preso del presidente de Perú, Ollanta Humala, denunció que fue golpeado antes de ser trasladado a la prisión de máxima seguridad del Callao, mientras que las autoridades afirmaron que opuso resistencia.
Durante una audiencia judicial por un presunto soborno a agentes penitenciarios, el líder ultranacionalista aseguró hoy que fue agredido por un grupo de encapuchados en la madrugada del pasado lunes.
Según sus declaraciones, la agresión fue cometida por agentes del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) y ocurrió cuando intentaba comunicarse con sus padres para informarles de su traslado de un penal adscrito a un cuartel militar a la prisión de la Base Naval del Callao.
"Me dijeron que (la agresión) era de parte de Pérez Guadalupe", declaró en alusión al jefe del INPE, José Luis Pérez Guadalupe.
Durante la audiencia, el hermano del presidente se acercó a los magistrados de la sala para mostrarles algunos moretones que tenía en brazos y piernas.
La respuesta de la policía
El INPE señaló, al respecto, que el traslado de Antauro a la Base Naval del Callao "se ajusta estrictamente al orden jurídico vigente" y que el recluso "se resistió a la disposición de esta institución, por lo que se produjo un forcejeo con los agentes del INPE , dentro del uso legal, necesario y proporcional de la fuerza, que le provocó algunas escoriaciones".
Añadió que tras llegar a su nueva prisión "de inmediato se dispuso su revisión por un médico de la sanidad naval", que comprobó que se encontraba en buen estado de salud.
"El INPE reitera que no permitirá manipulaciones por parte del hermano del presidente quien ha sido justificadamente trasladado a la Base Naval debido a reiteradas infracciones a las reglas de tratamiento establecidas, a la gravedad de los delitos cometidos y para su propia seguridad", concluyó.
Antauro Humala cumple una condena de 19 años de prisión por la muerte de seis personas durante su levantamiento militar en 2005 contra el entonces presidente Alejandro Toledo.
