Un grupo de diputados de la oposición peruana presentó este martes una nueva moción parlamentaria de destitución contra el presidente Pedro Castillo, por supuesta "permanente incapacidad moral", lo que consideran un paso previo a unas elecciones generales que incluyan la renovación del Congreso.
La moción fue impulsada por el diputado no agrupado Edward Málaga y contiene las firmas de 67 de los 130 congresistas que integran el hemiciclo peruano, aunque la iniciativa legislativa deberá obtener 87 votos a favor en el pleno para prosperar.
En una rueda de prensa posterior, Málaga explicó que esta iniciativa legislativa "no excluye el adelanto de elecciones o reformas políticas" y negó que los congresistas estén "aferrándose al cargo".
Es más, dijo que la moción de destitución es "el primer paso para adelanto a elecciones generales", lo que incluye renovar el Parlamento.
Se trata del tercer intento de la oposición para destituir a Castillo en su año y medio de gestión, marcado por constantes enfrentamientos entre su Gobierno y el Congreso, altamente fragmentado y dominado por la oposición, y la inestabilidad en el Ejecutivo, que ha contado con cerca de 80 ministros en cinco gabinetes.
ARGUMENTOS
La moción sostiene que "resulta inaceptable que, a pesar de las restricciones del artículo 117 de la Constitución, un presidente ejerza el cargo en medio de fuertes indicios de corrupción, grave indignidad, o cuestionamientos morales y éticos", en referencia a las acusaciones que enfrenta el Mandatario y su círculo más íntimo, sindicados como presuntos miembros de una supuesta red de corrupción.
También menciona el "copamiento y desmantelamiento del aparato Estatal a través de la designación de altos funcionarios con graves cuestionamientos, favoreciendo los intereses del presidente y sus allegados en perjuicio del bienestar ciudadano".
Por todo, acusan al jefe de Estado de incurrir en la causal de "permanente incapacidad moral"; figura jurídica por la que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha expresado su preocupación en varias ocasiones, por carecer de definición objetiva y no haber sido interpretada por el Tribunal Constitucional del país.
Se trata del noveno prooceso de este tipo que un presidente peruano afronta desde 1992 y el tercero contra Castillo, quien sorteó un primer intento de diciembre de 2021, cuando la moción ni siquiera llegó a ser admitida a trámite, y el segundo proceso en marzo pasado, cuando la moción sumó solo 55 votos a favor.
