El partido fujimorista Fuerza Popular abrió un proceso disciplinario contra 10 de sus legisladores que, liderados por Kenji Fujimori, se abstuvieron de votar el pasado 21 de diciembre la destitución del presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski.
La bancada parlamentaria de Fuerza Popular, agrupación que lidera Keiko Fujimori (hermana mayor de Kenji) anunció en su cuenta en Twitter que se "aprobó por unanimidad abrir proceso disciplinario a 10 congresistas por transgredir el reglamento del grupo parlamentario".
Además de Kenji, hijo menor ex presidente Alberto Fujimori, los parlamentarios que serán sometidos al proceso interno son Guillermo Bocangel, Sonia Echevarría, Maritza García, Marita Herrera, José Palma, Estelita Bustos, Bienvenido Ramírez, Lizbeth Robles y Clayton Galván.
La decisión del partido de desobedecer el acuerdo de Fuerza Popular para aprobar la destitución de Kuczynski por sus vínculos con la constructora brasileña Odebrecht resultó crucial para que el mandatario se mantuviera en el cargo.
Tres días después, el 24 de diciembre, Kuczynski indultó a Alberto Fujimori de la condena a 25 años de cárcel que cumplía desde 2009 por delitos de lesa humanidad.
La bancada parlamentaria de Fuerza Popular, integrada por 71 legisladores, sostuvo una reunión donde se pidieron explicaciones a los congresistas que se abstuvieron en la votación.
En esa cita no participó Kenji, quien cumple una suspensión de su militancia partidaria durante 120 días, impuesta por sus constantes discrepancias públicas con las decisiones de Fuerza Popular.
Sin embargo, el menor de los Fujimori informó en su cuenta de Twitter que los legisladores que lo apoyan sufrieron una "violencia verbal injustificada" en la reunión.
Al salir de la reunión, Maritza García declaró que fue un encuentro de "10 contra 61" y consideró "obvio que la reunión es dura".
Sin embargo, el también legislador Francesco Petrozzi negó que se haya atacado al partido de Kenji y sostuvo que los interpelados argumentaron que no apoyaron la destitución de Kuczynski por un tema de conciencia.
El proceso disciplinario implica la formación de una comisión que investigará el caso y podrá recomendar una suspensión de sus funciones partidarias o, en caso extremo, la expulsión de los legisladores acusados.
Si esta última medida se aplica, el partido fujimorista perdería la mayoría absoluta que tiene hasta ahora en el Congreso y pasaría a una relativa, ya que ocuparía 61 de los 130 escaños del Legislativo peruano.