El presidente de Perú, Ollanta Humala, declaró que, al concluir su gestión en julio del próximo año, la inversión en equipamiento para la Policía Nacional ascenderá a unos 600 millones de dólares para enfrentar de mejor manera a la delincuencia.
Durante una ceremonia por el aniversario de la Policía Nacional, Humala dijo que su gobierno ya ha realizado la compra de 2.500 vehículos, 20.000 equipos antimotines, cinco helicópteros, 7.200 equipos de informática y 23 equipos para control de insumos químicos que van al narcotráfico.
"En infraestructura policial invertiremos, hasta julio de 2016, 719 millones de soles (unos 217 millones de dólares), lo que nos permite equipar comisarías, unidades especializadas, entregar ocho nuevos puestos de vigilancia de frontera y otros 18 que serán culminados el 2016", detalló.
La delincuencia y el crimen organizado son los principales problemas en el país que la población le critica al gobierno de Humala por presuntamente no dirigir suficientes acciones para combatirlos.
"El gobierno mantendrá la línea de apoyo político a la policía", pues "la policía sigue y seguirá trabajando por el orden público donde la ciudadanía lo requiera", afirmó Humala.
El jefe de estado también anunció que, al final de su gestión, el sueldo de los policías se habrá incrementado entre 80 y 100 por ciento respecto de lo que recibían hasta el 2011, como parte de un nuevo sistema remunerativo que se aplica desde 2012.
Erradicación de cultivos de hoja de coca
Humala también destacó que la participación de la policía en el resguardo de las labores de erradicación de los cultivos de hoja de coca, el insumo para la cocaína, ha permitido que el Perú deje de ser el primer productor mundial de esa materia prima para el narcotráfico.
El mandatario recordó que, en 2011, la erradicación de hoja de coca era de 10 mil hectáreas anuales y que este año se han propuesto eliminar 35 mil hectáreas, de las cuales hay un avance de 67 por ciento.
Sobre las acciones de combate al narcotráfico, el gobierno peruano publicó la Ley de Control, Vigilancia y Defensa del Espacio Aéreo Nacional, que autoriza a las fuerzas armadas a efectuar la interceptación y derribo de naves hostiles sobre las cuales haya evidencia del transporte ilegal de drogas, armas o explosivos.