La Fuerza Aérea del Perú (FAP) derribará aeronaves civiles sospechosas de cometer delitos como narcotráfico si estas son declaradas hostiles al desatender en repetidas ocasiones instrucciones para aterrizar en aeródromos controlados por las fuerzas del orden, anunciaron hoy las autoridades peruanas.
El ministro peruano de Defensa, Jakke Valakivi, explicó el proceso de interceptación de las aeronaves según la ley 30.339 de Control, Vigilancia y Defensa del espacio aéreo nacional, cuyo protocolo fue publicado el pasado 4 de enero.
El ministerio de Defensa indicó en un comunicado que la decisión de derribar aeronaves hostiles compete al Comando Operacional de Defensa Aérea (CODA), que no dará la orden "en caso de que existan duda respecto a si se cumplen las condiciones para emplear la fuerza".
Perú mantenía suspendidas las interceptaciones de aeronaves civiles en su espacio aéreo desde que en 2001 un caza peruano, en colaboración con la inteligencia estadounidense, derribara por una confusión una avioneta en la que iba la misionera estadounidense Verónica Bowers y su hija, quienes murieron en el incidente.
En caso de que la aeronave no sea identificada adecuadamente, el segundo paso será la emisión de señales lumínicas y radiales para invitar al piloto sospechoso a aterrizar y así continuar la investigación.
Si la nave sospechosa sigue haciendo caso omiso a las indicaciones será declarada hostil y se le advertirá entonces de que puede ser neutralizada mediante nuevos avisos radiales y disparos disuasorios.
Las aeronaves susceptibles de ser interceptadas son aquellas en las que se perciba propósito de causar la muerte, lesiones graves a las personas, daños graves a los bienes o al medioambiente, narcotráfico o transporte ilícito de bombas, armas, municiones y explosivos.