El mandatario es acusado de tener participación en casos de corrupción, lo que ha incentivado a la oposición a buscar su destitución.
Aseguró que los ciudadanos de Perú y la comunidad internacional "saben de la voluntad antidemocrática y golpista de este sector minoritario".
El presidente de Perú, Pedro Castillo, rechazó este domingo "tajantemente" que esté implicado en casos de corrupción y llamó al pueblo peruano a defender a su jobierno ante los intentos de destituirlo que, según dijo, impulsará un sector de la oposición política en los próximos días.
"Hoy buscan vacarnos (destituirnos) para no solucionar los grandes problemas que tiene nuestra patria. El pueblo peruano y la comunidad internacional saben de la voluntad antidemocrática y golpista de este sector minoritario", enfatizó el gobernante en un mensaje difundido por la televisión nacional.
Castillo hizo, por ese motivo, "un llamado a los hombres y mujeres de esta patria a mantenerse vigilantes para defender la democracia y la gobernabilidad de un Gobierno que nace del pueblo".
El presidente peruano explicó que decidió emitir su mensaje "ante la propalación en los medios de comunicación de las supuestas declaraciones de una aspirante a colaboradora eficaz" de la Fiscalía que le atribuye participación en "actos ilícitos".
Medios locales publicaron este sábado que la empresaria Karelim López, quien es investigada por delitos de corrupción por la Fiscalía, comprometió al presidente en las actividades de una presunta organización criminal enquistada en el Ejecutivo peruano.
"Lo rechazo categóricamente", respondió el gobernante, antes de decir que "como presidente y como ciudadano" exige a la Fiscalía que "continúe con la investigación ya iniciada y en el plazo más breve dé las explicaciones objetivas, coherentes, con la justicia", ya que "el pueblo necesita saber la verdad".
"Si estos hechos son materia de investigación fiscal ¿cómo es posible que se debatan públicamente en los medios?", preguntó antes de asegurar que "esto evidencia que la Fiscalía estaría formando parte de un complot para desestabilizar al gobierno".
El mandatario izquierdista también afirmó que "hay un sector minoritario" de la oposición política "que nunca aceptará" su "gobierno popular y democrático", tras haber vencido en las elecciones del año pasado a la derechista Keiko Fujimori.
Luego de revelarse las acusaciones de López contra Castillo, el Congreso, que domina la oposición política, decidió adelantar a primera hora de este lunes la reunión de su Junta de Portavoces para analizar y tomar una medida ante la denuncia.
Portavoces de distintas bancadas, en su mayoría de agrupaciones de derecha que dominan el Congreso, adelantaron su intención de apoyar una moción de vacancia (destitución) de Castillo.
Medios locales informaron el sábado que revisaron documentos que prueban que López solicitó acogerse a la "colaboración eficaz" (delación premiada) para brindar información a la Fiscalía a cambio de obtener beneficios judiciales.
La empresaria, quien es señalada como una gestora de intereses con vínculos con las altas esferas de poder en los últimos años en Perú, supuestamente relató eventos que ocurrieron en el Palacio de Gobierno y en una casa del distrito limeño de Breña en la que Castillo residió y celebró reuniones durante los primeros meses de su mandato, que comenzó el 28 de julio pasado.
En su primera respuesta ante el caso, Castillo vinculó esas declaraciones con la presunta intención de grupos de poder de destituirlo y pidió que se active la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA).
El mandatario anticipó que en los próximos días "va a haber ruidos políticos" en su país y dijo que un "grupo de poder económico (...) ha convencido a una persona de declararse colaboradora eficaz con millones de soles y mañana van a llenar las páginas para de una vez por todas demandar una suspensión, dar una vacancia" a su gestión.
El abogado de Castillo, Eduardo Pachas, también consideró que la declaración de López y las acusaciones lanzadas contra Castillo en las últimas semanas por sectores de la prensa responden a un plan para destituirlo de la Presidencia.
