Vecinos de la ciudad andina de Andahuaylas atacaron este domingo una comisaría de la Policía Nacional del Perú después de la captura del presunto asesino y violador de dos niñas, que las familias habían reportado como desaparecidas hace una semana.
Cientos de pobladores lanzaron piedras y otros objetos contundentes contra la comisaría de Andahuaylas, en la región Apurímac, cuando los agentes hicieron ingresar al sospechoso de los crímenes, Maicol Oscco, que minutos antes había sido golpeado por los familiares de las víctimas.
Los pobladores se quejaron de que la Policía desatendió sus pedidos para buscar a las menores desaparecidas, de 10 y 11 años de edad, y que fueron halladas la madrugada de este domingo fallecidas y con signos de haber sufrido violación sexual.
El padre de una de las menores encontró el cuerpo de su hija enterrado en un cerro, mientras que la otra menor fue hallada con la ayuda del sospechoso en otro cerro aledaño, según informó RPP Noticias.
Oscco fue detenido en su casa por la Policía, al ser identificado como uno de los sujetos que secuestró a una de las niñas, y posteriormente confesó los crímenes.
"Me han obligado"
El sospechoso también en conversación con el medio "Contacto directo noticias" declaró estar arrepentido y asegura haber sido sido obligado.
"Sí, estoy arrepentido, estoy arrepentido. Lo he hecho porque me han pagado, me han obligado y me han pagado". '¿Quién te ha pagado?', preguntó el reportero. "Erick", explicó.
Cuando la Policía condujo a Oscco a uno de los cerros donde enterró a una de sus víctimas, los familiares lo golpearon e intentaron lincharlo, razón por la cual los agentes suspendieron la diligencia y se lo llevaron de vuelta a la comisaría.
Los pobladores han pedido a la Policía que les entregue a Oscco para hacer justicia con sus propias manos, es decir, lincharlo, ante lo cual el alcalde de Andahuaylas, Abel Gutiérrez, solicitó la atención en este caso del ministro del Interior, Carlos Morán, y de la ministra de la Mujer, Gloria Montenegro.
El año pasado, Perú registró 149 casos de femicidio, la cifra más alta desde 2009, y cerca de 22 mil denuncias de violación sexual, la mayoría contra menores de edad, se registraron entre 2015 y 2017, de acuerdo a cifras oficiales.