La situación se originó tras una denuncia en la que un trabajador aseguró haber sido víctima de acoso sexual por parte de su supervisor.
Un tribunal laboral de Reino Unido dictaminó que decirle a un hombre "pelado" o "calvo" es un acto de acoso sexual, equivalente a hacer comentarios sobre el tamaño del busto de una mujer.
La situación se originó luego que un electricista denunció a la empresa en la que estuvo trabajando por más de 20 años, tras haber recibido malos tratos y ser despedido de forma injustificada.
Se trata de Tony Finn, quien asegura haber sido víctima de acoso sexual por parte de su supervisor, Jamie King, luego que se refiriera a él como "bald cunt", término ofensivo que en inglés hace referencia a los genitales femeninos, y que utilizó para burlarse de su calvicie.
Frente a ello, el tribunal consideró que los comentarios del supervisor tenían una intención maliciosa, ya que según señala la sentencia, "es difícil no concluir que el señor King pronunció esas palabras con el propósito de violar la dignidad (de Finn) y crear un entorno intimidante, hostil, degradante, humillante u ofensivo para él"."Es un lenguaje fuerte. A nuestro juicio, el señor King cruzó la línea al hacer comentarios personales al demandante sobre su apariencia", agregaron.
Finalmente, el tribunal concluyó que el despido del trabajador fue improcedente, por lo que tiene derecho a recibir una compensación económica, que aún no ha sido asignada.
