El líder conservador y primer ministro se reunió con veteranos en el noreste de Inglaterra mientras continúa la sangría de diputados "tories".
Su rival laborista, fan del Arsenal, apostó por un acto de campaña en un campo de fútbol.
El líder conservador y primer ministro británico, Rishi Sunak, y su rival laborista, Keir Starmer, salieron este sábado en busca de votos por diversas partes de Inglaterra de cara a unas elecciones generales dominadas por la economía.
Sunak se reunió con un grupo de veteranos del Ejército en un pub de Northallerton, dentro de su propia circunscripción electoral de Richmond, en el noreste inglés, mientras que Starmer visitó Stafford en West Midlands (centro).
Earlier today, a veteran told me that he feels the world is becoming more dangerous.
— Rishi Sunak (@RishiSunak) May 25, 2024
He’s right.
That’s why we need to take bold action to secure our future. pic.twitter.com/pK6THeAOBo
Speaking to people in Stafford today, it was clear: they want change.
— Keir Starmer (@Keir_Starmer) May 25, 2024
They want to stop the Tory chaos which is costing working people through higher taxes, soaring mortgages and crippling energy bills.
Only Labour will deliver economic security. Vote for it on Thursday 4 July. pic.twitter.com/Rt6mvyjqI9
Al convocar el pasado miércoles las elecciones para el 4 de julio, el jefe del Ejecutivo, que llegó al cargo el 25 de octubre de 2022 sin mediar urnas, destacó sus logros económicos, en particular la reducción de la inflación desde más de un 11% ese año al 2,3% actual.
Los laboristas responsabilizan, sin embargo, al Gobierno conservador del aumento del coste de la vida y el alza de las hipotecas, con los tipos de interés ahora en el 5,25%, así como de la ralentización de la economía, que apenas acaba de salir de una recesión.
El Partido Conservador ha indicado que quiere bajar los impuestos y el laborismo trata de posicionarse como el único partido capaz de disciplina y rigor fiscales.
El ministro de Economía, Jeremy Hunt, indicó en una entrevista con The Telegraph este sábado que podría cambiar las bandas impositivas para reducir la carga fiscal a las rentas altas.
Por su parte, la portavoz laborista de esa cartera, Rachel Reeves, prometió en un acto en Londres "estabilidad económica y mano dura en el gasto".
Starmer aseguró a su vez que la estabilidad económica es "su prioridad absoluta", antes de fomentar el crecimiento.
Durante su intervención en el campo de fútbol del Stafford Rangers FC, defendió que "no ha habido una dilución" de su compromiso para restablecer y mejorar los derechos de los trabajadores, entre críticas de algunos sindicatos que le acusan de ceder a la presión empresarial.
Preguntado por la prensa, Starmer confirmó, asimismo, su intención de rebajar de 18 a 16 años la edad de voto en el Reino Unido.
La semana próxima, la primera completa de campaña, se prevé que Sunak haga algún anuncio sobre el control de la inmigración, el otro gran tema de las elecciones.
Su Gobierno ya aprobó una ley para enviar a Ruanda a los solicitantes de asilo que lleguen clandestinamente a suelo británico, si bien todos los vuelos se han pospuesto hasta después de los comicios.
Los laboristas dicen que anularán el plan ruandés y centrarán en cambio los esfuerzos en destruir el negocio de los grupos de crimen organizado que trafican con inmigrantes.
Sunak se ve afectado en su carrera para regresar a Downing Street por la marcha de 78 diputados, muchos de ellos exministros y colegas de confianza, que han decidido no volver a presentarse tras 14 años de gobierno conservador.
Más de 20 diputados laboristas y nueve del Partido Nacional Escocés (SNP) dejarán asimismo la Cámara de los Comunes (baja) -con 650 escaños-, lo que significa que sus formaciones tendrán que seleccionar a otros candidatos.
Starmer, fanático del Arsenal, demostró este sábado una vez más su pasión por el fútbol al realizar otro acto de campaña en el campo de un equipo local, después de presentarla el jueves en el terreno del Gillingham Football Club, en el condado sureño de Kent.
Durante el evento hoy en Stafford, una fuente laborista explicó que, por una parte, la decisión es práctica, pues los estadios tienen espacio, asientos y el nombre de la localidad en letras grandes y, por otra, le permite proyectar la imagen de "un tipo corriente amante del fútbol".
