El egipcio sostiene que miembros de la Corona tienen información crucial para el proceso, que pretende establecer responsabilidades por el accidente que mató a la princesa y su hijo.
Los abogados del multimillonario egipcio Mohamed Al Fayeh enviaron una solicitud escrita para que la reina Isabel II, su marido, el duque de Edimburgo; y el príncipe Carlos testifiquen en la investigación judicial por la muerte de Diana de Gales, que comienza este martes.
Según el diario The Sunday Telegraph, el magnate cree que los tres miembros de la realeza poseen información clave sobre la muerte de la princesa y de su hijo, Dodi Al Fayed, en agosto de 1997 en París, así como de las circunstancias anímicas de la princesa al momento del accidente.
Mohamed Al Fayed, dueño de la cadena de tiendas Harrods, ha sostenido desde la tragedia que la pareja fue asesinada porque pensaban casarse y sospecha de la intervención de la familia real, sobretodo de Felipe, el duque de Edimburgo, en la preparación del asesinato junto con los servicios secretos.
La familia real no tendrá representación legal en la pesquisa, aunque se espera que el juez forense del caso determine que la comparecencia de la familia real no sea necesaria.
El magistrado a cargo del caso decidirá la lista de testigos para el próximo viernes, antes de que el jurado visite el túnel del Puente del Alma en París, lugar donde Diana de Gales y Dodi Al Fayed murieron cuando el auto en el que viajaban se estrelló contra los pilares del túnel. (EFE)
