El príncipe Felipe, marido de Isabel II, falleció este viernes a los 99 años tras una vida en la que puso su personalidad fuerte y controvertida al servicio de la reina y de la Corona.
Convertido en el consorte más longevo de la monarquía británica tras 73 años de matrimonio, el duque de Edimburgo deja un indiscutible legado como pilar de su esposa, quien ya había sellado así su trascendencia para la historia: "Simplemente, ha sido mi fuerza y mi soporte".
A continuación, algunos de los datos más desconocidos de la vida del príncipe, recogidos por la revista ¡Hola!:
1) LA ESPADA CON LA QUE CORTARON LA TORTA DE NOVIOS ERA SUYA
La reina Isabel II y el duque de Edimburgo se casaron en la Abadía de Westminster el 20 de noviembre de 1947. Tras la ceremonia, tuvo lugar un suntuoso banquete en el Palacio de Buckingham, en el que no podía faltar la torta nupcial de cuatro pisos, casi tres metros de altura y más de 200 kilos de peso, creada por la misma empresa que hizo la de los Duques de Cambridge.
Los novios se valieron de una espada propiedad de Felipe para cortar el pastel, una de cuyas porciones -preservada por más de 70 años- se subastó hace cuatro años por 680 euros.
2) NACIÓ EN LA MISMA VILLA EN LA QUE VERANEABA LA REINA SOFÍA DE ESPAÑA
Nació el 10 de junio de 1921 en el palacio de Mon Repos, en la isla griega de Corfú, como el menor de cinco hermanos y el único varón del príncipe Andrés de Grecia y la princesa Alicia de Battenberg.
Lo hizo en la misma villa en la que la familia de los Condes de Barcelona pasaron el verano de 1961, el anterior al anuncio oficial de compromiso del rey Juan Carlos y la reina Sofía, sobrina del marido de Isabel II.
Con 18 meses de edad, abandonó Grecia con su familia debido a la inestabilidad política que llevó a la abdicación de su tío, el rey Constantino I.
3) MADRE CON PROBLEMAS MENTALES
Alicia de Battenberg, madre de Felipe, nació con una sordera congénita, sufrió problemas mentales y tuvo que ser hospitalizada cuando el príncipe era aún muy pequeño.
Este hecho le marcó profundamente, pues nunca pudo tener un trato cercano con ella, aunque vivió los dos últimos años de su vida con ella en el Palacio de Buckingham.
4) RENUNCIÓ A TODO POR AMOR
Cuando contrajo matrimonio con Isabel II y, sobre todo, cuando ésta fue coronada, Felipe de Edimburgo tuvo que renunciar en primer lugar a su religión ortodoxa y convertirse al anglicanismo. Además, dejó su carrera militar en la Marina, donde había trabajado para labrarse un futuro prometedor.
Por aquel entonces ya había obtenido el pasaporte británico y se había cambiado el apellido alemán de su familia paterna por la versión inglesa del de su madre: Mountbatten.
Para casarse con la futura reina de Inglaterra, el duque de Edimburgo se vio obligado asimismo a renunciar a sus derechos dinásticos, es decir, a su título de príncipe de Grecia y Dinamarca.
Isabel II decidió, por un lado, otorgarle el título de Duque de Edimburgo y, además, que todos sus descendientes masculinos que no tuvieran títulos reales pudieran llevar el apellido Mountbatten, ya que su marido siempre se lamentó de ser el único hombre en el país "que no puede dar su apellido a sus propios hijos".
5) CUÑADOS ALEMANES
Las hermenas de Felipe, Margarita, Sofía, Cecilia y Theodora, contrajeron matrimonio con príncipes y mandatarios alemanes afines al régimen nazi.
Ninguna de ellas fue invitada a la boda real por ser alemanas y por su vinculación con el nazismo, aunque sí pudieron estar presentes, en cambio, en la coronación de Isabel II en 1953.
6) FATAL ACCIDENTE AÉREO
En 1937, su hermana Cecilia, princesa de Grecia y Dinamarca, y otros miembros de la familia -incluyendo su marido, su suegra y dos de sus hijos- murieron en un accidente de aviación.
7) ISABEL II Y ÉL, PRIMOS LEJANOS
La reina Isabel II y su marido eran primos terceros y, por tanto, comparten antepasados entre los cuales se encuentra la misma tatarabuela, la reina Victoria, de la que también descienden otros tantos miembros de las dinastías europeas, incluyendo por ejemplo a algunos zares rusos o Felipe VI de España.
8) LA DECISIÓN QUE MARCÓ A SU HIJO CARLOS
El marido de Isabel II de Inglaterra permaneció cinco años internado en la escuela escocesa de Gordonstoun, un centro de estricta educación situado en un enclave aislado que a Felipe de Edimburgo le sirvió para curtirse. Por eso quiso que su hijo Carlos estudiara en el mismo lugar e impuso su deseo ante su esposa, que aceptó la decisión del duque.
Sin embargo, Carlos no se adaptó al ambiente rudo, áspero y ligeramente cruel de Gordonstoun. Años después lo describiría como una "sentencia en la cárcel", por las situaciones de acoso y continuos ataques a los que tuvo que hacer frente.
9) ESCRITOR
A Felipe de Edimburgo, apasionado del polo, la caza, la pintura, el medio ambiente, los animales, le encantaba tanto leer como escribir libros: fue autor de 14 ejemplares de temática dispar, entre los que destaca una obra sobre pájaros, otra sobre la sociedad agrícola y otra sobre conducción de carruajes.
10) EL CONSORTE MÁS LONGEVO
Al momento de su muerte, Felipe de Edimburgo era el miembro de mayor edad de la Familia Real británica y el consorte en ejercicio más longevo de la historia.
Además, fue presidente de 800 organizaciones benéficas que durante años ocuparon gran parte de su tiempo así como de sus actividades oficiales.