Un trabajador de un hogar de ancianos fue condenado a cadena perpetua tras descubrirse que violaba a una anciana de 99 años que padece demencia en Lancashire, Inglaterra.
Según publicó la BBC, la situación se dio a conocer luego de que familiares escondieran cámaras en el dormitorio de la adulta mayor, luego de que ella mostrara cambios en su comportamiento.
Phillip Carey, de 48 años, se declaró culpable ante el Tribunal de la Corona de Preston y fue sentenciado a cadena perpetua con un mínimo de 10 años cumplidos.
"Nos dimos cuenta de que su comportamiento había cambiado (el de la víctima). Se volvió retraída, no nos abrazaba ni nos besaba y no quería que nos fuéramos cuando nos íbamos y decía cosas que nos preocupaban", relataron desde la familia de la anciana.
Por ello, "nos preocupaba que tal vez alguien estuviera siendo poco amable o demasiado duro con ella, así que decidimos instalar una cámara oculta en su habitación para poder ver lo que estaba pasando".
Sin embargo, descubrieron lo peor. "Estábamos conmocionados y horrorizados, nunca imaginamos que la veríamos siendo abusada y violada en su propia habitación", expresaron.
El sujeto, además, admitió haber abusado sexualmente de una persona con trastorno mental sin capacidad de decisión, y haber realizado actividades sexuales frente a una persona con trastorno mental, todo esto en el mismo hogar de ancianos, ubicado en la localidad de Blackpool.
