El siniestro dejó casi 80 personas heridas y hay numerosos reportes de desaparecidos.
Testigos relatan que adultos lanzaron a niños por las ventanas buscando salvarles la vida.
En algún momento de la noche incluso se temió que la estructura pudiera colapsar y derrumbarse.
La Policía elevó a 12 el número de víctimas mortales en el incendio que devoró la pasada noche una torre residencial en Londres, Inglaterra.
En una comparecencia ante los medios, el comandante Stuart Cundy señaló que la "compleja operación" para buscar y rescatar a las personas que quedaron atrapadas continúa en marcha y adelantó que lo más probable es que la cifra de fallecidos se elevará en las próximas horas.
El suceso ha dejado al menos 78 heridos, 18 de los cuales continúan en estado crítico, pero aún no se ha establecido el número exacto de personas desaparecidas que podrían haber fallecido.
"Nuestra prioridad son aquellos que sabemos que eran residentes en la torre, pero quizás había otras personas que también estaban durmiendo allí", declaró Cundy, detallando que se han recibido cientos de llamadas pidiendo información sobre familiares o amigos que podrían haber quedado atrapados en un edificio en el que había entre 400 y 600 personas cuando se inició el fuego, cuyas causas todavía son desconocidas.
Según los reportes oficiales, 65 personas fueron rescatadas durante el incendio, además de las que lograron salir por sus propios medios.
Relatos del drama
El incendio en la torre Grenfell, un inmueble en el oeste de la capital británica de 24 plantas, con 120 viviendas, se declaró anoche alrededor de las 01:15 hora local.
Más de 250 bomberos, un centenar de médicos y otro de policías se desplazaron de madrugada hasta el edificio, que incluso fue acordonado por miedo a que se pudiera derrumbar, opción que los ingenieros descartaron esta mañana, con la salida del sol.
Testigos narraron cómo durante la noche se veían luces de teléfonos celulares y linternas en los pisos superiores, donde podrían haber quedado atrapadas personas que pedían ayuda, mientras que algunos adultos lanzaban a niños por las ventanas en un intento de salvarles la vida.
La responsable del Servicio de Bomberos de Londres, Dany Cotton, destacó que se trata de un incendio "sin precedentes" en la capital británica, como no ha visto en veinte años de carrera.
El Ayuntamiento del distrito de Kensington y Chelsea, donde se encuentra el edificio, señaló que su principal objetivo es dar apoyo a las operaciones de rescate, pero "las causas del fuego tendrán que ser investigadas a conciencia" una vez finalicen las tareas de emergencia.
El Chelsea FC solidarizó en redes sociales con "todas las personas afectadas" por el incendio:
Our thoughts are with everyone affected by the fire at Grenfell Tower in west London early this morning.
— Chelsea FC (@ChelseaFC) 14 de junio de 2017
El Grupo de Acción de Grenfell, que vela por los edificios de protección oficial y los servicios públicos del barrio de Kensington y Chelsea, publicó un mensaje en su blog en el que afirma que también había alertado a las autoridades "que una catástrofe como ésta era inevitable y sólo era cuestión de tiempo", pero hubo oídos sordos.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, resaltó que hay "preocupaciones genuinas y razonables que se han planteado durante la noche" y consideró que es "muy importante que esas cuestiones reciban una respuesta".
La primera ministra británica, Theresa May, se declaró a través de un portavoz "profundamente entristecida" por la "trágica pérdida de vidas" en el incendio.
