La primer ministro británica, Theresa May, dijo este lunes que su Gobierno "no caerá en el intervencionismo estatal fallido de los años 70" tras el "brexit", aunque si tomará "decisiones estratégicas" para apoyar a algunos sectores económicos.
May defendió, en un discurso en el congreso anual de la Confederación de la Industria Británica (CBI), que representa a 190 mil empresas, un Estado "con influencia" que regule para apuntalar los sectores más necesitados de la economía, pero siempre manteniendo la liberalización del mercado.
"Creemos en el mercado libre y no trataremos de proteger la economía de las fuerzas del mercado", afirmó la mandataria.
En esta intervención, May expuso su visión para los próximos diez años, los cuales "abrirán un nuevo capítulo en la historia económica" del Reino Unido y afirmó que "cuando miramos hacia los próximos diez años para la economía del Reino Unido, lo hacemos como optimistas racionales. Hay grandes oportunidades por delante".
Además, May adelantó que este mes el Ejecutivo publicará un Libro Blanco con "una estrategia industrial moderna", que sentará las bases para el crecimiento en la próxima década y le otorgará al Gobierno el papel de "intervenir de forma estratégica" para impulsar los sectores más débiles e introducir normativas efectivas.
En reaccion a estos anuncios, el presidente de la CBI, Paul Dreschler, dijo que la negociación con Bruselas para la salida británica de la UE actualmente parece "un culebrón" televisivo, e instó al Gobierno a adoptar "una estrategia única y clara" para conseguir cuanto antes un acuerdo transitorio que, "aunque no lo arreglará todo, si dará estabilidad a las empresas".
