Misterioso mensaje de amor recorrió más de 9.000 kilómetros
Un niño y su madre encontraron una botella con el texto en una playa.
El mensaje fue hallado en una botella.
Un niño y su madre encontraron una botella con el texto en una playa.
El mensaje fue hallado en una botella.
Un hijo junto a su madre encontraron una botella de vidrio con una carta de amor escrita en chino mientras paseaban por la playa de Anglesey, en Gales.
Jack Harrington, de 11 años, y su madre Nancy, hallaron este escrito en la botella, y luego ella le entregó el texto a un compañero de trabajo, de nacionalidad china, quien logró traducir el contenido.
Se trataba de una historia de amor y pérdida y su origen parecía ser la isla Gulangyu, ubicada en la costa de Xiamen, en el sur de China y a más de 9.000 kilómetros del lugar de hallazgo, según informó el medio galés Wales Online.
La carta contenía el siguiente mensaje: "El islote de Gulangyu es sorprendente, memorable, es el lugar de mis recuerdos más felices y, a la vez, más tristes. En este islote tan poco romántico y corriente, mi romance, que no había comenzado nunca, terminó. Tres o tal vez cuatro días quedan para recordar, para lamentar y sentir nuestras emociones, en los que tengo el permiso de disfrutar tranquilamente de estar contigo, verte, tenerte cerca".
"La vida debe continuar. Las cosas a las que te aferras siempre te detienen. Hay que seguir avanzando, seguir corriendo. Con todas las cosas sobre las que se puede pensar, el olvido se hace posible. Hay un dicho famoso: 'Como no hay nada que puedas hacer al respecto, enfréntate con la realidad'. Tienes que ser feliz. No te vuelvas demasiado delgada, no sientas la necesidad de cambiar. Si quieres ser una buena persona, no hace falta cambiar, porque ya eres así. Estés donde estés, tómate un tiempo para pensar en paz y tranquilidad. Pasa tus días siendo feliz con alguien especial. Adiós, cariño mío, y adiós a nuestro islote de Gulangyu", añade el texto.
La carta además contaba en su reverso con la canción de la universidad china de Amolensis y finalizaba con el siguiente párrafo.
"Recuerdo haber dicho adiós en la puerta de Amolensis. Siempre recordaré ese momento en lo más profundo de mi corazón, así como tus pequeños gestos. Tristemente, te has ido y la vida debe continuar. No hay nada que podamos hacer, ¿verdad?".