El organismo rector del colegio Oriel de la Universidad de Oxford ha votado a favor de retirar la estatua del defensor colonial Cecil Rhodes, tras la petición de los estudiantes con motivo de las protestas antirracistas.
Desde hace meses, los universitarios piden que se retire a Rhodes (1853-1902), defensor de la política de expansión territorial británica del siglo XIX, de Oriel, en el centro de Oxford, porque lo consideran símbolo de racismo y del pasado imperial del país.
Ante la campaña del grupo "Rhodes debe caer", la junta de gobernadores de Oriel (organismo rector) apoyó la iniciativa pero ha indicado que tiene que informarse primero sobre las regulaciones en vigor respecto a cualquier modificación de edificios antiguos.
Sin embargo, ese grupo respondió con cautela ante la decisión y resaltó que en el pasado, Oriel se había comprometido a tomar medidas pero que finalmente no prosperaron.
"Si bien tenemos esperanzas, nuestro optimismo es de cautela. Mientras que el organismo rector del colegio Oriel ha expresado el deseo de retirar la estatua, seguimos exigiendo su compromiso", señaló un comunicado de "Rhodes debe caer".
Los gobernadores han puntualizado que su decisión fue alcanzada después de un periodo de "debate y reflexión" y tras evaluar "el impacto que estas decisiones pueden tener" en todo el mundo.
Oriel agregó que establecerá una comisión independiente que evaluará el legado de Rhodes.
Además, hay peticiones en el país para retirar estatuas de quienes en su día fueron considerados héroes o constructores de la riqueza británica, a raíz de las protestas por la muerte en mayo de George Floyd a manos de un policía blanco en EE.UU.
En el Reino Unido hay debates sobre si el país ha pasado página a su implicación en el comercio de esclavos del siglo XVIII o si todavía hay racismo y discriminación en la sociedad.
Recientemente, se vieron pintadas sobre las estatuas del ex primer ministro Winston Churchill (1874-1965) en la plaza del Parlamento, en Londres, y de la reina Victoria (1819-1901) en el céntrico Hyde Park, donde se han podido leer palabras como "racista" o "asesina".
