La ministra británica de Justicia, Shabana Mahmood, anunció este viernes un plan temporal de emergencia para liberar anticipadamente a miles de presos con penas menores a fin de evitar un colapso por falta de cupos en el sistema penitenciario en Inglaterra y Gales.
Mahmood dijo que, a partir de septiembre, se reducirá del 50% al 40% el plazo que un convicto debe pasar en la cárcel antes de poder salir automáticamente en libertad condicional, al tiempo que se aumentará en un millar el número de agentes que supervisará dichos permisos.
La ministra destacó que esta medida, que requerirá legislación, "no será permanente", pues sigue creyendo "que los delincuentes deben ser castigados", pero es necesaria ahora para evitar que el sistema de Justicia se bloquee por falta de celdas para nuevos detenidos.
La política laborista detalló la iniciativa durante una visita a la prisión de Five Wells en el centro de Inglaterra, cuando recalcó que los reclusos con condenas de más de cuatro años por delitos de violencia; los agresores sexuales y los acusados de violencia doméstica estarán exentos de la liberación anticipada.
LAS ACCIONES DEL NUEVO GOBIERNO LABORISTA
El nuevo Gobierno laborista eliminará el plan "imposible de gestionar" que puso en marcha en octubre de 2023 el anterior Ejecutivo conservador, con el que dejó en libertad a unos 10.000 presos hasta 70 días antes del fin de su condena.
Mahmood explicó que las medidas anunciadas este viernes darán tiempo al Gobierno de Keir Starmer para presentar en otoño una estrategia a largo plazo para la reforma del sistema de prisiones, que, aseguró, "está al borde del colapso".
"Cuando las cárceles están llenas, aumenta la violencia, y eso pone en riesgo a los funcionarios penitenciarios. Cuando no hay celdas disponibles, los sospechosos no pueden ser recluidos, lo que significa furgonetas llenas de gente peligrosa dando vueltas por el país, sin ningún lugar adonde ir", declaró.
La ministra señaló que, cuando eso ocurre, la Policía se ve obligada a ceder sus propias celdas, lo que hace que los agentes no puedan hacer más arrestos, e implica también un bloqueo en los tribunales, que no pueden procesar a los sospechosos.
El comisario jefe de la Policía Metrpolitana de Londres, Mark Rowley, afirmó que, aunque "no es ideal", la liberación anticipada de algunos reclusos "es la solución menos mala".
Las cárceles para hombres en Inglaterra y Gales están al 99% de su capacidad desde principios de 2023 y se espera que se queden sin plazas en unas semanas.