La ministra británica de Interior, Suella Braverman, ha indicado que quiere poner fin a la "molestia y angustia" ocasionada por las carpas que emplean en ciudades del Reino Unido las personas sin hogar para resguardarse por considerar que lo hacen como "estilo de vida".
La política conservadora colgó un mensaje en su cuenta de la plataforma X -antes Twitter-, en el que compartió un artículo del diario británico Financial Times (FT) en el que expone propuestas del Gobierno a fin de implantar restricciones al uso de tiendas para personas que duermen a la intemperie por carecer de vivienda en espacios urbanos.
Braverman opina que este país "no puede permitir" que sus calles "sean tomadas por filas de tiendas de campaña", ocupadas por personas que, según la titular de Interior, proceden principalmente del extranjero y "viven en la calle como una elección de un estilo de vida".
"A menos que adoptemos medidas ahora para frenar esto, las ciudades británicas irán por el mismo camino que lugares en Estados Unidos, como San Francisco y Los Ángeles, donde políticas débiles han llevado a una explosión de crimen, drogadicción y miseria", aseveró.
Braverman apunta asimismo que "nadie en el Reino Unido debería vivir en tiendas en la calle" y considera que "hay opciones para las personas que no quieren dormir en la calle, y el Gobierno está trabajando con las autoridades locales para reforzar el apoyo, como con tratamiento para quienes son adictos a las drogas y el alcohol".
El citado artículo divulgado por el FT revela cómo la ministra está abogando por la introducción de una serie de medidas con las que implementar restricciones sobre la habilitación de esas carpas en entornos urbanos, entre ellas estableciendo un delito civil para disuadir a organizaciones benéficas de proporcionarlas los "sintecho".
Los planes que baraja el Gobierno contemplan incluso multas a esas organizaciones humanitarias por entregar tiendas si se considera que estas ocasionan molestias.
La potencial legislación buscaría, según esto, evitar la obstrucción a las entradas de comercios por parte de personas sin hogar, que se resguardan habitualmente en los portales de esos locales para pasar las noches.
Esos planes han sido criticados por los liberaldemócratas, que consideraron que la titular de Interior quiere "criminalizar a las organizaciones que trabajan para ayudar a los sintecho por tratar, simplemente, de mantener a las personas vulnerables calientes y secas".
En Chile, se vio una situación similar en el eje Alameda-Providencia, que tras la intervención del Gobierno se logró reducir al 92% de carpas o rucos para febrero de este año.