Conforme pasan las horas, el Reino Unido comienza a asimilar la decisión tomada el jueves, en el referendo que definió su separación de la Unión Europea, entre presiones de los líderes europeos para empezar a negociar "cuanto antes" su salida.
El primer ministro, David Cameron, evitó hacer declaraciones al participar en su primer acto oficial después de anunciar su dimisión, que no tendrá efecto hasta que el Partido Conservador elija a un nuevo líder en su congreso anual, el próximo mes de octubre.
Cameron dijo el viernes que quiere dejar la negociación con Bruselas en manos de su sustituto, pero los dirigentes comunitarios lo instaron este sábado a no demorarse en activar el Artículo 50 del Tratado de Lisboa, que regula la marcha de un Estado miembro.
El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, dijo que el Reino Unido debe invocar "cuanto antes" ese artículo, en una comparecencia en Berlín con sus homólogos del resto de países fundadores de la UE: Alemania, Francia, Bélgica, Holanda, Luxemburgo e Italia.
Por su parte, el canciller francés, Jean-Marc Ayrault, instó al "premier" a asumir su "responsabilidad" por la decisión de convocar el referendo y recalcó que hay "cierta urgencia" para que se ponga en marcha el proceso de salida.
Por otra parte, Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista en la oposición, también aparece golpeado por el "brexit", aunque en una conferencia de prensa negó que esté dispuesto a renunciar al cargo.
Ante las criticas que ha recibido de varios parlamentarios laboristas que lo acusan de haber actuado tibiamente en la campaña a favor de la permanencia en la UE, y consultado sobre si concurriría a otra elección interna, respondió: "Sí, estoy aquí".
Varios diputados laboristas pidieron hoy la dimisión de Corbyn, a quien consideran incapaz de ganar unas elecciones generales.
Escocia quiere independencia del Reino Unido
Mientras tanto, en Escocia, la primera ministra, Nicola Sturgeon, volvió a referirse este sábado a la posibilidad de convocar a un nuevo referéndum para que su país se separe del Reino Unido.
En la votación del jueves, Escocia, a diferencia de Inglaterra, votó mayoritariamente a favor de seguir perteneciendo a la Unión Europea.
"Un referendo sobre independencia es claramente una opción que hay que considerar y que está siendo considerada", señaló Sturgeon.
La salida del Reino Unido de la UE no dejó conformes a más de un millón de británicos que firmaron una petición a favor de la realización de un nuevo referendo que, como tiene más de 100 mil firmas, debe por ley ser considerada en el Parlamento.
Además, también se anunció esta mañana la renuncia del británico Jonathan Hill como comisario europeo de Estabilidad Financiera, Servicios Financieros y Mercado de Capitales de la Unión Europea, al considerar que "es lo correcto" tras el voto por el "brexit".
