La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, afirmó este lunes en el Parlamento que mantener abierta la opción de alargar el periodo de transición del "brexit" más allá de diciembre de 2020 puede desbloquear el diálogo con Bruselas.
La jefa de Gobierno aseguró ante los diputados que el 95 por ciento de los asuntos sobre la mesa en las negociaciones están ya resueltos, aunque queda por determinar cómo se evitará una frontera en Irlanda del Norte.
La UE quiere establecer una cláusula de seguridad que deje a la región británica, o bien al conjunto del Reino Unido, dentro de la unión aduanera europea mientras no se llegue a un acuerdo de libre comercio entre Londres y Bruselas, lo que podría tardar varios años.
May cree que extender la transición, un periodo en el que el Reino Unido estará técnicamente fuera de la UE pero todavía integrado en el mercado único y la unión aduanera, puede ser una "alternativa" a ese mecanismo de seguridad.
En cualquier caso, la primera ministra aseguró que la transición debería terminarse antes del fin de la presente legislatura, a mediados de 2022, y subrayó que aunque ha explorado esa posibilidad, todavía no se ha comprometido con Bruselas a aceptarla.
El sector más euroescéptico del Partido Conservador se ha mostrado crítico con la idea de alargar la fecha en la que el Reino Unido quedará desligado por completo de las estructuras comunitarias.
El próximo presupuesto comunitario, con una duración de siete años, entrará en vigor en enero de 2021, por lo que algunos "tories" han argumentado que Londres podría verse obligado a asumir nuevos compromisos económicos a largo plazo con la UE si continúa integrado en el mercado único para entonces.
El diputado conservador John Redwood aseguró que el Reino Unido puede tener que pagar 15.000 millones de libras (17.100 millones de euros) adicionales a la Unión si extiende durante un año más la transición del "brexit".
La falta de avance en las negociaciones con Bruselas ha reavivado en los últimos días las especulaciones en los medios británicos sobre la posibilidad de que el sector de los conservadores más crítico con May pueda convocar un voto de confianza sobre su liderazgo de la formación.
En su comparecencia en los Comunes, la jefa de Gobierno sostuvo que "para servir al interés nacional", los diputados "deben controlar sus nervios en estas últimas etapas de las negociaciones, la parte más dura de todas".