La ministra del Interior británica, Theresa May, anunció que el Reino Unido ha elevado su alerta por terrorismo de "sustancial" a "severa" ante la evolución de los conflictos en Siria e Irak.
El nuevo nivel de alerta es el cuarto grado en una escala de cinco y significa que un ataque terrorista es "altamente probable", aunque May subrayó que Londres no tiene información que apunte hacia un ataque "inminente".
"El avance en el nivel de amenaza está relacionado con los acontecimientos en Siria e Irak, donde grupos terroristas están planeando ataques contra Occidente", detalló.
"Algunos de esos planes involucran previsiblemente a combatientes que han viajado allí desde el Reino Unido y Europa para tomar parte en esos conflictos", agregó.
Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, declaró que "lo que estamos encarando en Irak con el Estado Islámico (EI) es la mayor amenaza para nuestra seguridad que hemos visto hasta ahora".
Cameron indicó que la ejecución del periodista James Foley a manos de un yihadista supuestamente británico fue una "prueba evidente" de que el auge del extremismo "no es un problema que esté lejos, a miles de kilómetros de aquí".
"Es una amenaza que no se puede solventar simplemente rebajando la percepción de que la política exterior occidental ha causado agravios. Tampoco se trata de acabar con la pobreza, los regímenes dictatoriales y la inestabilidad en la región", afirmó.
"La raíz de esta amenaza para nuestra seguridad está clara. Es la ideología venenosa del islamismo extremista que ha sido condenada por todos los credos y todos los líderes espirituales", puntualizó.