Unos 130 vuelos han sido cancelados en el aeropuerto londinense de Heathrow, así como numerosos servicios de tren, debido al fuerte temporal de lluvia y viento que azota a Inglaterra y Gales.
En todo el territorio se han emitido unas 146 alertas por inundaciones y la gran mayoría de los servicios de transporte han alterado su horario, al tiempo que se advierte a los conductores de extremar la precaución.
Unas 2.000 viviendas se han quedado sin electricidad en el suroeste de Inglaterra, una de las zonas más afectadas por la tormenta.
Vientos de hasta 159 kilómetros por hora se registraron en la isla inglesa de Wight anoche, cuando la tempestad alcanzó su pico, si bien aún persisten los fuertes vientos y lluvias torrenciales en buena parte del país.
Árboles y andamios caídos, vehículos desplazados y un tren sin pasajeros que chocó contra un árbol -sin que el conductor resultara herido- en el condado de Devon son las principales incidencias hasta el momento, aunque se teme por la vida de un niño de 14 años que supuestamente se cayó al agua en East Sussex.
En general, se espera que los aeropuertos y el servicio de tren entre Francia y el Reino Unido por el Canal de la Mancha Eurostar reanuden su servicio con regularidad a media mañana, cuando se espera que la tormenta haya remitido.