El etíope Hamdi Issac, de 27 años, quedará en manos de tribunales londinenses en un plazo no mayor a los 35 días, según determinó un juzgado romano.
La Justicia de Italia autorizó este miércoles la extradición al Reino Unido del etíope Hamdi Issac, uno de los presuntos autores de los fallidos ataques del 21 de julio en Londres y detenido en Roma a fines del mes pasado.
El imputado, de 27 años, será entregado a las autoridades británicas en un plazo límite de 35 días, según la decisión del Tribunal de Apelación de Roma, encargado de evaluar la solicitud presentada por el Gobierno británico.
Hamdi es considerado por Londres el responsable del atentado en la estación de metro de Sheperd's Bush, que al igual que el resto de los perpetrados ese día no causó víctimas porque estalló sólo el detonador, pero no el material explosivo.
Tras conocer la decisión de los magistrados, la abogada de oficio del acusado, Antonietta Sonnessa, anunció su intención de recurrir ante el Tribunal Supremo, para lo que tiene un plazo de 10 días.
"Los jueces han considerado que no es necesario solicitar informes judiciales sobre la mochila (que contenía el explosivo), como hemos solicitado yo y el fiscal general", señaló la jurista, quien indicó que su apelación insistirá sobre este punto.
Los magistrados que examinaron el caso establecieron el periodo de 35 días para la entrega a fin de permitir a la Fiscalía de Roma proseguir las pesquisas sobre el etíope, que es investigado en Italia por asociación subversiva con fines terroristas y posesión de documentos falsos.
Durante la vista, celebrada en el Tribunal de Apelación de Roma, el abogado que representa a las autoridades británicas, Paolo Ioro, pidió la extradición incondicional del imputado al Reino Unido, mientras que la abogada de Hamdi se pronunció en contra de la entrega.
Por su parte, el representante de la fiscalía general Alberto Cozzella había solicitado el aplazamiento de la extradición a fin de permitir a las autoridades italianas investigar a fondo al acusado.
Hamdi Issac fue detenido el pasado 29 de julio en Roma, después de que las autoridades británicas alertaran a las italianas de su presencia.
Interrogado por los magistrados y por investigadores británicos en la cárcel romana de Regina Coelli, el acusado aseguró que el atentado no pretendía causar víctimas, sino que era "demostrar" su protesta por la situación en Irak y por la represión que sufrían los ciudadanos islámicos en Londres tras los atentados del día 7 del mismo mes, que dejó un saldo de 56 muertos y cerca de 700 heridos. (EFE)
