El jefe del grupo de mercenarios rusos Wagner, Yevgueni Prigozhin, "se irá a Bielorrusia", anunció hoy el Kremlin al comentar los detalles del acuerdo con quien lideró durante las últimas 24 horas una rebelión armada contra la cúpula militar rusa.
"El caso penal que le fue abierto será cerrado y él (Prigozhin) se irá a Bielorrusia", afirmó el vocero de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, citado por la agencia TASS.
El secretario de Estado agregó que tampoco serán perseguidos los otros "wagneritas" que tomaron parte en el motín debido a sus "méritos en el frente".
Mientras, los combatientes que no se rebelaron podrán firmar contratos con el Ministerio de Defensa, aclaró Peskov.
"Si me preguntan cuál es la garantía de que Prigozhin podrá marcharse a Bielorrusia, esa es la palabra del presidente", aseguró el portavoz del Kremlin.
El jefe de Wagner anunció horas atrás el retorno de sus combatientes a las bases permanentes para "evitar el derramamiento de sangre" en Rusia.
Prigozhin dijo que las élites militares rusas, contra las cuales se había rebelado, "querían desintegrar a Wagner", y explicó que por ello anunció la "marcha por la justicia", durante la cual, en 24 horas, avanzó hasta llegar a 200 kilómetros de Moscú tras tomar la ciudad sureña de Rostov del Don.
El jefe del Grupo Wagner hizo este anuncio después de que el servicio de prensa del presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashneko, afirmara que el mandatario había mediado entre Moscú y Prigozhin, con la venia del jefe de Estado ruso, Vladímir Putin.
Según el Kremlin, se trató de una "iniciativa personal" de Lukashenko, quien conoce a Prigozhin desde hace 20 años.
Mientras las fuerzas de Wagner comenzaron a retirarse de Rostov del Don, que habían tomado "sin un solo disparo", en las redes sociales rusas circularon imágenes de Prigozhin dejando el cuartel militar de esa zona a bordo de un vehículo, siendo despedido por los lugareños como una estrella con aplausos y apretones de mano.
