El líder opositor ruso, Alexéi Navalni, que se declaró el miércoles en huelga de hambre, ha perdido ocho kilos desde que ingresara en prisión, según informaron hoy sus aliados en Twitter.
"Todos los presos que se declaran en huelga de hambre deben ser pesados. A Navalni también le pesaron. Según los documentos de la cárcel, llegó con 93 kilos; ahora pesa 85. Es decir, ocho kilos menos incluso antes de la huelga", señala el tuit.
El mensaje precisa que el opositor relaciona esa pérdida de peso con el hecho de que le despiertan a cada hora durante las noches, lo que él llama "tortura por privación de sueño".
"Siguen sin permitir que sea visto por un médico", añade.
Navalni, que se encuentra desde el pasado 11 de marzo en el centro penitenciario número 2 de la región de Vladímir, cerca de Moscú, se declaró el miércoles en huelga de hambre después de denunciar en los últimos días un repentino deterioro de su salud.
"Exijo que me permitan ver al médico. Mientras eso no suceda, me declaro en huelga de hambre", dice Navalni en una carta escrita a mano.
Añadió que, pese "al agudo y progresivo dolor, primero en la espalda, después en la pierna derecha y ahora en una parte entumecida de la pierna izquierda", ni ha sido examinado por un médico de confianza ni le han recetado las medicinas apropiadas.
Navalni recuerda que en agosto de 2020 fue envenenado con el agente químico Novichok cuando se encontraba en Siberia, tras lo que cayó en coma y fue trasladado a una clínica en Alemania, por lo que sugiere que ese puede ser el motivo de su actual deterioro de la salud.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, rehusó este jueves comentar la huelga de hambre de Navalni, al afirmar que este asunto no le incumbe.
SERVICIOS PENITENCIARIOS ASEGURAN QUE SÍ ATENDIERON A NAVALNI
Mientras, los servicios penitenciarios respondieron que prestan "toda la atención médica necesaria" a Navalni y que su estado de salud es considerado "estable y satisfactorio", según los últimos exámenes médicos.
Por otra parte, los colaboradores de Navalni informaron de que hoy se personó en la prisión María Bútina, la rusa deportada de Estados Unidos por espionaje y que ahora trabaja para el canal de televisión RT.
"En vez del médico, hoy, acompañada de una videocámara, vino la miserable propagandista de RT, Bútina. Gritó que esta es la mejor y más cómoda cárcel. Navalni le leyó la cartilla durante 15 minutos ante el resto de reos, tildándola de parásita y lacaya de los ladrones en el poder", señalaron.
Navalni, de 44 años, llamó "campo de concentración" al centro penitenciario donde cumple su condena. El opositor acusa al presidente ruso, Vladímir Putin, de ordenar su asesinato al Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB).