La policía rusa mató a un hombre armado que había asesinado a cuatro personas al dispararles desde su vivienda en Krátovo, una pequeña localidad de la región de Moscú, informaron este domingo las autoridades.
El individuo, de unos 50 años, se parapetó el sábado en su casa tras tirotear a los transeúntes y después logró huir al bosque aledaño, donde siguió disparando y lanzando granadas contra la policía y los efectivos de la Guardia Nacional.
El hombre había disparado con una escopeta de caza contra los transeúntes, tres de los cuales murieron al instante, mientras que una mujer falleció en el hospital, e incendiado la vivienda colindante.
Las fuerzas de seguridad le pidieron que se entregara, pero a pesar de estar herido, logró huir al bosque e hirió a cuatro policías, aunque después de varias horas fue abatido.
El atacante, antiguo empleado del departamento para Situaciones de Emergencia, recuperaba en los bosques de la zona armas de la II Guerra Mundial.
Según medios locales, el hombre tenía permanentes conflictos con sus vecinos, estaba siendo tratado por un psiquiatra y consumía alcohol aunque le estaba terminantemente prohibido.