El viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Andréi Rudenko, afirmó que primero deben aclararse todas las circunstancia del ataque del sábado a los buques de la flota rusa del mar Negro en Sebastopol y solo después se podrá hablar de los pasos seguir sobre el acuerdo del grano.
"En primer lugar es necesario aclarar todas las circunstancias de lo ocurrido (el ataque), una completa vergüenza que incumple todas las condiciones que habían acordado anteriormente", dijo Rudenko, citado por la agencia oficial RIA Nóvosti, y agregó que "seguramente cuando se conozcan todos los detalles se podrá hablar de cuáles serán los pasos a seguir".
"Como saben, Rusia convocó una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, donde se abordará este problema", señaló.
Además, dijo que la parte rusa mantendrá contactos con la ONU y Turquía, como participantes de acuerdo de Estambul, para la exportación de cereales desde los puertos ucranianos en el mar negro. "Estos contactos tendrán lugar próximamente", acotó.
EEUU PIDE A RUSIA VOLVER AL ACUERDO
Estados Unidos instó a Rusia a volver al acuerdo de exportación de cereal ucraniano y acusó al Kremlin de instrumentalizar los alimentos en la guerra.
La decisión de Rusia de retirarse del pacto, negociado por las Naciones Unidas, tiene un "impacto directo en los países de bajos ingresos (...) y en los precios de la comida a nivel global", dijo el secretario de Estado, Antony Blinken.
El presidente estadounidense, Joe Biden, criticó también la acción del Gobierno de Vladimir Putin, asegurando que Rusia no tiene motivos para tomar esa decisión, que calificó de "indignante".
"Va a incrementar el hambre", subrayó el mandatario.
Por su parte, Ucrania informó que la suspensión del acuerdo ha resultado en el bloqueo de 176 buques que ya habían zarpado de puertos ucranianos, pero sostuvo que en septiembre Rusia comenzó de forma deliberada a ralentizar el funcionamiento del corredor para obstaculizar el acuerdo.
Más de 8 millones de toneladas métricas de comida han sido transportadas a través del acuerdo, que fue firmado en Estambul el pasado julio, según datos de la ONU.