Rusia prohibió este sábado la entrada en el país al primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, y a otros doce altos cargos de ese país por "las acciones hostiles sin precedentes" adoptadas contra Moscú por el Gobierno británico.
"Este paso se ha dado en calidad de respuesta a la desenfrenada campaña político-informativa desatada por Londres, que apunta al aislamiento internacional de Rusia, a la creación de condiciones para contener a nuestro país y estrangular la economía nacional", señaló el Ministerio de Exteriores ruso.
El comunicado de la diplomacia rusa destacó que el Gobierno británico "agrava a propósito la situación en torno a Ucrania al atiborrar de armas letales al régimen de Kiev y coordinar esfuerzos similares de parte de la OTAN".
"La política rusófoba de las autoridades británicas, que se han planteado como tarea fundamental promover una actitud negativa hacia nuestro país y congelar los vínculos bilaterales en prácticamente todos los ámbitos, daña el bienestar y los intereses de los habitantes de la propia Gran Bretaña", subrayó Exteriores.
Según Moscú, cualquiera de los ataques sancionadores "inevitablemente se volverán contra sus promotores y serán rechazados de manera decidida".
Además de Johnson, la prohibición afecta a nueve miembros de su gabinete, al viceprimer ministro Dominic Raab, a los titulares de Exteriores, Elizabetsh Truss; Defensa, Ben Wallace; Transporte; Grant Shapps; Interior; Priti Patel; Economía; Rishi Sunak; Empresas, Energía y Estrategia Industrial, Kwasi Kwarteng, y Cultura, Nadine Dorries, así como al secretario de Estado para las Fuerzas Armadas, James Heappey.
La lista de sancionados la completan la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon; la fiscal general para Inglaterra y Gales, Suella Braverman, y la ex primera ministra y diputada consevadora Theresa May.