Rusia rechazó este sábado las acusaciones realizadas por Estados Unidos sobre una serie de ciberataques contra instituciones y organizaciones políticas estadounidenses para influir en las elecciones presidenciales.
Esto, luego de que ayer viernes los servicios de inteligencia y seguridad nacional de EE.UU. acusaran a Rusia de autorizar ciberataques, incluido el cometido en julio contra el Comité Nacional (DNC) del Partido Demócrata.
En un comunicado, el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Riabkov, aseguró que "no existe ninguna prueba que apoye unas acusaciones tan graves".
Riabkov enmarcó las nuevas acusaciones con "una histeria antirrusa sin precedentes", junto con criticar que "llegaron a decir que dicha tecnología ya había sido utilizada por Moscú en Europa y Eurasia para influir en la opinión publica".
El diplomático subrayó que desde noviembre pasado Rusia se ha dirigido en varias ocasiones a EE.UU. para mantener consultas para coordinar la lucha contra los ciberataques, pero se niega a cooperar.
El Kremlin tachó las nuevas acusaciones de "sandeces" y recordó que cada día la página web del presidente ruso, Vladimir Putin, es objeto de decenas de ataques, algunos procedentes de territorio estadounidense.