Las autoridades rusas descartaron un atentado terrorista como causa de la catástrofe aérea en que fallecieron 92 personas, luego de encontrar los restos del avión militar TU-154 con destino a Siria. Víctor Bondarev, jefe de las Fuerzas Aéreas de Rusia, señaló que rastrearán los receptores de información (cajas negras) a su debido momento.
Los buzos localizaron a dos kilómetros de la costa restos del avión, pero no del fuselaje, donde debería encontrarse la mayoría de los cadáveres de los pasajeros, que corresponde a 64 miembros del coro y conjunto de danza Alexándrov del Ejército ruso, nueve periodistas, ocho militares, ocho tripulantes, dos funcionarios y la famosa doctora Elizaveta Glinka. Por el momento se han recuperado once cuerpos, que han sido trasladados a Moscú para su identificación.
El Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB) señaló que no existen pruebas que vinculen el accidente a un atentado terrorista y determinó que entre las causas se encuentran "el impacto de objetos en los motores, combustible de mala calidad que pudo ocasionar una pérdida de velocidad y un fallo de los motores, error de pilotaje o un problema técnico del avión".
Según los primeros datos aportados por la investigación respaldada por testigos oculares, el avión no pudo alcanzar la altura prevista por motivos desconocidos, por lo que acabó precipitándose contra el mar.
Rusia vivió este lunes una jornada de duelo nacional en honor a las 92 víctimas, en la que cientos de personas se acercaron a la sede del coro y conjunto de danza Alexándrov, lamentando la primera gran catástrofe de un TU-154 desde 2010, cuando el avión del presidente polaco, Lech Kaczynski, se estrelló con 96 personas a bordo en un aeródromo de la ciudad rusa de Smolensk.