Autoridades de ese país demantelaron la organización que congregaba a unas 70 personas.
La mayoría de los menores no había visto jamás la luz del día.
Autoridades de Rusia desmantelaron la semana pasada una secta islámica que vivía bajo tierra y mantenía en esa condición a más de dos decenas de niños.
Este descubrimiento fue realizado en una investigación por el asesinato de un clérigo musulmán, que reveló que los 70 miembros de la organización -entre ellos 27 niños- llevaban casi 10 años viviendo en un búnker subterráneo.
Según la BBC, las autoridades del país señalaron que la mayoría de los menores no había visto jamás la luz del día.
El fundador de la secta, Faizrakhman Satarov (83) y los padres de los menores fueron arrestados, mientras que el líder fue acusado por negligencia.
