El Senado ruso propuso hoy prohibir la entrega a Estados Unidos de los niños rusos cuya adopción ha sido ya aprobada por decisión judicial, tras el presunto asesinato en Téxas de Maxim Kuzmin, un niño de 13 años que vivía en una familia estadounidense.
"Tras la muerte de otro niño ruso (...) a manos de sus padres adoptivos es imprescindible prohibir cuanto antes la adopción de las cinco decenas de niños rusos que ya cuentan con la decisión judicial a favor y que deben irse con sus padres adoptivos", afirmó Svetlana Orlova, vicepresidenta del Senado.
Recordó que tras la muerte de Kuzmín, el número de menores asesinados por familias estadounidenses asciende a veinte, según las estadísticas rusas.
"¿Para qué mandar a nuestros niños a una muerte segura?" declaró en una entrevista a la agencia Interfax.