La comisión electoral negó el registro a 57 candidatos entre los que figuran los principales dirigentes opositores.
Las elecciones municipales se realizarán el próximo 8 de septiembre en Rusia.
Miles de personas se manifestaron contra la negativa, por parte de la comisión electoral, de registrar a candidatos opositores en las elecciones municipales del próximo 8 de septiembre en Rusia.
El evento fue convocado por la oposición extraparlamentaria para protestar bajo la consigna "Por el derecho a elegir", en la Avenida Sájarov, habitual lugar de concentración utilizado por la oposición más radical al Kremlin.
La concentración fue convocada por el Partido Libertario con la activa participación de Alexéi Navalni, líder opositor y principal enemigo del presidente ruso, Vladímir Putin.
Al escenario subieron varios de los candidatos, a los que la comisión electoral de Moscú denegó la pasada semana el registro, como Dmitri Gudkov, antiguo diputado de la Duma; Liubov Sobol, estrecha colaboradora de Navalni, o el veterano activista Iliá Yashin.
"En Rusia no hay elecciones. Esto es una vergüenza. Son unos ocupantes. Sólo los ocupantes tienen miedo a su propio pueblo", dijo Gudkov.
En total, la comisión electoral registró a 233 candidatos, pero negó el registro a 57, entre los que figuran los principales dirigentes opositores, incluido cinco de los ocho representantes del partido liberal Yábloko.
La presunta manipulación de firmas
La oposición acusa a las autoridades de manipular las firmas recabadas durante las últimas semanas por sus candidatos, aunque la comisión electoral incriminó a los opositores de incluir almas muertas y personas inexistentes.
La protesta de hoy es la más multitudinaria de la última semana, durante la que la oposición se ha concentrado todos los días en el centro de la capital rusa para demandar el registro de sus candidatos.
El Comité de Derechos Humanos adscrito al Kremlin tomó partido a favor de la oposición y llamó a la comisión electoral a registrar a los candidatos opositores, ya que lo contrario significaría ignorar "la voluntad de miles de electores".
La oposición democrática rusa ve las elecciones municipales como un primer paso para acceder a la Duma o Cámara de Diputados en las próximas elecciones legislativas.
