Ucrania concedió asilo político al opositor ruso Vladímir Iónov, que huyó al país vecino ante la amenaza de ser encarcelado por participar en varias protestas pacíficas contra el Kremlin, según informaron hoy medios locales.
Iónov, de 76 años, fue el primer activista contra el que la Justicia rusa incoó (en enero de 2015) un proceso judicial en virtud del controvertido artículo 212.1, que tipifica como causa penal la suma de cuatro faltas administrativas cometidas en un plazo de 180 días.
El pasado 7 de diciembre, un día antes de la fecha en la que debía comparecer ante los tribunales y después de que otro opositor fuera sentenciado a tres años de cárcel por el mismo motivo, Iónov huyó de la Justicia al cruzar la frontera ucraniana.
El opositor, considerado un perseguido político por las organizaciones de derechos humanos, presentó en junio una demanda contra Rusia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
En un caso similar, la activista rusa Irina Kalmíkova también recibió asilo político en Lituania.
Hasta el momento, sólo un opositor ruso ha sido encarcelado por ese artículo, Ildar Dadin, al ser condenado a tres años de prisión a finales de 2015.
La oposición considera que ese artículo limita las libertades de expresión, reunión y manifestación, y no tiene parangón en el mundo civilizado.
Rusia celebra el 18 de septiembre unas elecciones parlamentarias en las que el partido del Kremlin, Rusia Unida, busca reeditar la mayoría absoluta y evitar lo ocurrido en 2011, cuando las denuncias de fraude desembocaron en las mayores manifestaciones antigubernamentales en 20 años.