El partido gobernante en Sudáfrica, el Congreso Nacional Africano (CNA), requirió formalmente la dimisión del presidente del país, Jacob Zuma, según confirmó este martes la formación.
El secretario general del CNA, Ace Magashule -acompañado por la vicesecretaria general de la formación, Jessie Duarte- visitó la residencia oficial del mandatario para entregarle una carta con la solicitud formal de que dimita, informó la televisión pública sudafricana, SABC.
La visita ocurrió luego de que la noche del lunes la cúpula del CNA alcanzara supuestamente una decisión definitiva para forzar la salida de Zuma. Las reglas internas del partido establecen que todos sus miembros deben someterse a la voluntad de este.
La discusión sobre la salida prematura de Zuma, con mandato hasta 2019, viene detonada por la mala imagen del mandatario y los graves escándalos de corrupción que lo rodean: está implicado en numerosas acusaciones, incluidos casi 800 cargos por corrupción relativos a contratos de armas de finales de los noventa o las investigaciones por haber usado el Estado para favorecer a empresarios afines con concesiones públicas millonarias.
Si pese a todo Zuma se resiste al abandonar el poder, podría ser destituido vía moción de censura en el Parlamento (de mayoría oficialista) antes del final de este mes. Dicho trámite está ya programado para el día 22 de febrero, a petición de la oposición.
El primero en la fila para ocupar el cargo de Zuma es el vicepresidente Cyril Ramaphosa, quien es también líder del CNA desde diciembre pasado y, por tanto, principal impulsor de las maniobras para buscar su salida prematura.
Tras semanas de especulaciones sobre una inminente salida, Ramaphosa había prometido el domingo que, en una reunión convocada para el día siguiente, el CNA alcanzaría una posición definitiva sobre si el partido le retiraba o no el apoyo formalmente al presidente. Dicha reunión se celebró ayer en Pretoria y se prolongó hasta altas horas de la madrugada de hoy.
