Los violentos enfrentamientos entre una tribu africana y otra árabe que tuvieron lugar la semana pasada en la conflictiva región de Darfur, en el oeste de Sudán, provocaron 126 muertos, nueve desaparecidos, unos 50.000 desplazados y una treintena de aldeas arrasadas, aseguró este martes la ONU.
"La comunidad gimir informó de que 101 de sus miembros murieron y 117 resultaron heridos mientras que un líder de los árabes sostuvo que 25 árabes fueron asesinados y 16 heridos durante los choques", indicó la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en un informe.
Según el documento, los enfrentamientos se desarrollaron entre el 6 y el 11 de junio en el municipio de Kulbus, en el estado de Darfur Oeste, tras una disputa entre un miembro de la tribu africana gimir y otro de la árabe rizeigat por la propiedad de unas tierras.
Ambos hombres murieron en un intercambio de disparos y la violencia se extendió por la zona, añadió.
Este lunes el alcalde de Kulbus, Abás Mustafa, dijo a Efe que la situación estaba en calma tras el despliegue de fuerzas de seguridad en la zona.
La OCHA indicó que líderes de ambas tribus "han discutido la necesidad de impedir una mayor escalada del conflicto" y se ha establecido un comité que está recorriendo la zona para instar a la gente a evitar más hostilidades.
El organismo de la ONU explicó también que "nueve miembros de los gimir fueron secuestrados cuando se trasladaban en un convoy y todavía están desaparecidos".
Además, 25 aldeas gimir fueron completa o parcialmente quemadas y saqueadas mientras que "informes iniciales indican que tres asentamientos árabes fueron quemados", aunque el líder de los rizeigat consultado lo ha negado.
Este brote de violencia ha retrasado las misiones de ayuda humanitaria en la municipalidad de Kulbus, donde se estima que hay 15.000 personas que la necesitan, lamentó la OCHA, que indicó que en Kulbus los gimir se dedican principalmente a la agricultura y a la ganadería y los rizeigat a la cría de camellos y al pastoreo.
Este tipo de choques entre tribus árabes y africanas es habitual en Sudán y particularmente en Darfur, una región que vivió una guerra civil de tintes étnicos entre 2003 y 2008 con más de 300.000 muertos y 1,8 millones de desplazados y donde hasta 2020 había una misión de paz de la ONU.
