Luis Eduardo Arigón Castel, sindicalista, fue secuestrado y asesinado en 1977.
Los restos de Arigón Castel fueron descubiertos en un batallón de la localidad de Toledo, a 22 kilómetros de Montevideo.
Los restos óseos hallados el pasado 30 de julio en un batallón militar de Uruguay pertenecen al detenido desaparecido durante la dictadura Luis Eduardo Arigón Castel.
Así lo aseguró este martes en una conferencia de prensa el fiscal uruguayo especializado en delitos de lesa humanidad, Ricardo Perciballe, quien aseguró que la confirmación es "concluyente en un 99,99%".
"Previamente tuvimos una reunión con la familia de la víctima para explicar esta notificación (...) porque hoy hemos tenido información del Equipo Argentino de Antropología Forense donde nos han establecido en forma concluyente en un 99,99% que los restos hallados el 30 de julio de 2024 (...) pertenecen a Luis Eduardo Arigón Castel", desaparecido el 14 de junio de 1977, indicó.
Perciballe explicó que Arigón Castel fue "un militante sindical y político que por el solo hecho de resistir a la dictadura, creer en una sociedad distinta, fue privado ilegítimamente de su libertad, trasladado al centro clandestino de detención La Tablada, donde fue sometido a diversas torturas constatadas y luego enterrado en forma clandestina".
Conferencia de prensa para informar la identidad de los restos hallados en el Batallón 14 el pasado 30 de julio, pertenecen a Luis Eduardo Arigón pic.twitter.com/muYJ7FeUVZ
— Fiscalía Uruguay (@FiscaliaUruguay) September 24, 2024
Según informó la coordinadora del Grupo de Investigación en Antropología Forense (GIAF) de Uruguay, a cargo del hallazgo, Alicia Lusiardo, el trabajo con la Junta Médica designada concluyó que los restos "no presentan lesiones traumáticas que permitan establecer con certeza la causa de muerte", por lo que la causa es "indeterminada".
"Sin embargo, se ubicaron fracturas producidas por impacto de objeto contundente sobre la víctima en actitud de defensa protegiendo su cara o cráneo", detalló Lusiardo, quien dijo que las fracturas identificadas "no tienen cicatrización", por lo que ocurrieron "muy cercanas al momento de la muerte" y pudieron haber inducido su fallecimiento.
Por su parte, la hija de Arigón Castel, Sabina Arigón, dijo que a su padre se lo llevaron detenido por última vez -porque ya había sido detenido dos veces- cuando tenía 11 o 12 años y que su recuerdo es de un padre "normal" que "hacía asados los domingos", tocaba el violín y "leía mucho" y le gustaba escribir poesía.
"Era un hombre con cierta cultura y obviamente que tenía ideas muy claras por las cuales se jugó la vida porque teniendo la posibilidad de irse del país no quiso", aseguró, además de agradecer por los "más de 40 años" de un trabajo "duro" de búsqueda.
El pasado 30 de julio se hallaron los restos durante las excavaciones del GIAF -que opera bajo órbita de la Institución Nacional de Derechos Humanos (Inddhh) del país- en el Batallón de Infantería Paracaidista 14, en la localidad de Toledo -a 22 kilómetros de Montevideo-, y luego enviados al Laboratorio del EAAF en Argentina para su identificación.
