Este jueves 4 de agosto entrará en vigor el decreto del papa Francisco que estableció que el Opus Dei -uno de los movimientos más influyentes y también controvertidos de la Iglesia católica- pase a depender del dicasterio (ministerio) para el Clero y tenga que realizar un informe anual sobre el estado de la Prelatura y sobre su labor apostólica.
Se trata del Motu Proprio (documento papal) titulado Ad charisma tuendum (Para proteger el carisma), publicado el pasado 22 de julio, con el que el pontífice fija nuevas normas para adaptar la prelatura fundada por Josemaría Escrivá de Balaguer a la nueva Constitución de la Curia vaticana, Praedicate Evangelium, que rige desde el 5 de junio.
Se trata de los primeros cambios desde hace 40 años a la orden, considerada parte del ala más conservadora de la Iglesia, cuando, bajo la Constitución Ut sit, Juan Pablo II erigió la Prelatura del Opus Dei, una institución eclesiástica regida por un prelado con su propia jurisdicción, como una diócesis, pero sin estar vinculada a un territorio determinado, según recogió la agenda EFE.
En esta nueva disposición se establece que las prelaturas personales, y hasta ahora la única existente es la del Opus Dei, pasarán a depender de la Congregación del Clero y no más de la Congregación de obispos, como era hasta ahora.
De esta manera la institución no formará parte como hasta ahora de la estructura jerárquica de la Iglesia como una diócesis, sino que estará directamente controlada por el ministerio del Clero, como otras organizaciones.
Además, el Opus Dei tendrá que presentar, cada año, "al dicasterio para el Clero un informe sobre el estado de la Prelatura y sobre el desarrollo de su labor apostólica".
La norma establece que el prelado no podrá ser obispo para "fortalecer la convicción de que se necesita una forma de gobierno basada más sobre el carisma que sobre la autoridad jerárquica".
El actual prelado del Opus Dei, Fernando Ocáriz, explicó en un comunicado el pasado 22 de julio que "la ordenación episcopal del prelado no era ni es necesaria para la guía del Opus Dei" y que estos cambios remarcan "la voluntad del papa de subrayar ahora la dimensión carismática de la Obra" y que "el prelado ha de ser guía, pero, ante todo, padre".