Los dos libros basados en documentos vaticanos secretos que se publicarán este jueves revelan irregularidades en las finanzas de la Santa Sede y la persistencia de privilegios, al tiempo que confirman la intención reformadora del papa.
Se trata de "Via Crucis" (editado por Chiarelettere), escrito por quien desveló el escándalo "Vatileaks" en 2012, Gianluigi Nuzzi, y "Avarizia" (que publica La Feltrinelli), de Emiliano Fittipaldi.
Ambas publicaciones han estado envueltas en la polémica ya que recogen documentos reservados y el portavoz vaticano, Federico Lombardi, aseguró que derivan de "una actividad ilícita que se persigue penalmente", además de añadir que las reformas emprendidas ya han hecho que se superen las tensiones descritas.
Su publicación sucede a las recientes detenciones por parte de la Gendarmería vaticana de dos personas acusadas de sustraer y divulgar material secreto, uno de ellos el sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda, que sigue detenido, y la italiana Francesca Chaouqui.
"Via Crucis"
El libro de Nuzzi relata el "Via Crucis" que atraviesa el proceso reformista impulsado por el pontífice argentino y presenta documentos inéditos y grabaciones transcritas que retratan una "auténtica guerra" en los inicios de su ministerio.
Estas tensiones se enmarcan en un Vaticano con graves problemas económicos, como un "agujero negro" en su Sistema de Pensiones que en febrero de 2014 presentaba un déficit de entre 700 y 800 millones de euros.
El libro analiza el destino del dinero que los fieles de todo el mundo ofrecen en forma de donación al Óbolo de San Pedro, instrumento dedicado en principio a las obras de caridad.
El investigador mantiene que "se dice que el dinero procede de los fieles pero no se revela cómo se gasta" y presenta un documento que apunta a que, en 2012, 14,1 millones de euros fueron a parar a obras caritativas y 28,9 millones para gastos de la Curia.
"Avarizia"
Por otro lado, el libro de Fittipaldi describe el patrimonio inmobiliario vaticano tanto en Roma como en el resto de Italia, en Suiza, Reino Unido y Francia, en direcciones prestigiosas como la parisina Avenida de los Campos Elíseos o la londinense New Bond Street.
Recuerda que el Vaticano dice que tiene unas cinco mil propiedades solo en la capital italiana por un valor de unos 4.000 millones de euros, pero en el libro se asegura que en la Santa Sede se sabe que pueden ser muchas más, y se da detalle de políticos italianos que pagan alquileres muy por debajo del precio del mercado.
Fittipaldi habla también de los más de treinta millones de euros que el Vaticano tiene en lingotes de oro o de otros 33 millones, también en oro, que el Instituto de Obras de Religión (IOR, el "banco vaticano") tiene en la Reserva Federal estadounidense pero destaca lo poco que del Óbolo de San Pedro llega a los necesitados.
Describe con detalle las aportaciones hechas a la "fábrica de santos", la Congregación de las Causas de los Santos, por parte de quienes pretenden que el papa beatifique o canonice a personas por su vida ejemplar para otros fieles.