Benedicto XVI realizó su penúltimo ángelus dominical

Benedicto XVI fue recibido con una fuerte ovación por los miles de fieles que llegaron a la plaza de San Pedro cuando se asomó por la ventana de su departamento, en lo que fue el preludio de su penúltimo ángelus dominical antes de su retiro el 28 de febrero.

El Papa, que se veía con buen aspecto, respondió con los brazos abiertos y sonrisas antes de comenzar a leer el texto que precede a la oración del mediodía.

"De corazón agradezco a todos su oración y afecto en estos días. Les suplico que continúen rezando por mí y por el próximo papa, así como por los ejercicios espirituales que empezaré esta tarde (domingo) junto a los miembros de la Curia Romana y en esta fe y esperanza encomendemos la Iglesia a la maternal protección de María Santísima", dijo el pontífice.

Fuentes de la municipalidad de Roma calculan en cerca de cien mil personas las asistentes al ángelus, entre las cuales estuvo Gianni Alemanno, alcalde de Roma, quien llevó el estandarte de la Ciudad Eterna, de la que Benedicto XVI es obispo.

Después del ángelus, el papa inició sus ejercicios espirituales con la Curia Romana hasta la mañana del sábado 23 de febrero. Durante esta semana no habrá ninguna actividad en que esté prevista la presencia del pontífice.

Tras el término de estos ejercicios espirituales, Benedicto XVI recibirá en audiencia privada al presidente de Italia, Giorgio Napolitano, y el domingo 24 rezará su último ángelus en la Plaza de San Pedro y el miércoles 27 tendrá lugar su última audiencia general.