En su audiencia semanal, el pontífice señaló como ejemplo al apóstol Mateo, quien abandonó su actividad de cobrador de impuestos por seguir el mensaje cristiano.
El Papa Benedicto XVI señaló este miércoles que "el seguimiento de Jesús es incompatible con una actividad que desagrada a Dios, como es el caso de las riquezas injustas".
En la tradicional audiencia de los miércoles, el Papa habló de la figura del apóstol Mateo, autor del primer Evangelio, conocido como "el publicano" porque era cobrador de impuestos, pero que dejó todo inmediatamente cuando Jesús le llamó para seguirle.
Durante su tradicional saludo en lengua española, explicó que el apóstol entendió "que el seguimiento de Jesús es incompatible con una actividad de desagrada a Dios, como es el caso de las riquezas injustas".
La respuesta "inmediata" de Mateo a Jesús "significaba para él abandonar todo, incluso lo que suponía una ganancia de dinero seguro, aunque con frecuencia injusto".
La primera reflexión que suscita este hecho es que "el Señor acoge en su grupo a aquellos que, según la opinión de entonces, eran considerados como pecadores públicos" pues Cristo "no excluye a ninguno de su amistad", explicó el Papa.
En este sentido, dijo que "el anuncio de la buena nueva consiste precisamente en esto: ofrecer la gracia de Dios al pecador" y agregó que en la figura de Mateo "se hace visible la paradoja" de que, el que "aparentemente está más lejano de la santidad, puede convertirse en un modelo de acogida de la misericordia de Dios".
Así, el Papa animó a los peregrinos a "imitar a san Mateo en su generosa e inmediata respuesta a la llamada de Cristo".
Benedicto XVI en su saludo en lengua española nombró a los peregrinos de la diócesis de Orense con su obispo, monseñor Luis Quintero Fiuza, a los visitantes de Venezuela y de otros países latinoamericanos. (EFE)
