El jesuita y doctor en Derecho Canónico, Marcelo Gidi, sostuvo en conversación con El Diario de Cooperativa que el anuncio de la renuncia al Papado realizado por Benedicto XVI, llama a la Iglesia a adaptarse a los nuevos tiempos y que es un "gesto provocatorio".
"En estos momentos lo importante es seguir tratando de analizar e interpretar el gesto del Papa, que no es un gesto simbólico, sino que un gesto provocatorio para la Iglesia y para la estructura de poder del mundo", aseguró.
Indicó que "con esta renuncia nos está invitando a dejar de tener miradas políticas al interior de la organización eclesial, sino que a tener miradas más pastoral y no a generar grupos administrativos de gobierno, donde generalmente uno tiende a defender sus cuota de poder".
Con este gesto, la "Iglesia tiene que hacerse cargo ya no tanto de seguir condenando, sino que de hacerse cargo de lo que él señala como rápidas transformaciones, este mundo vertiginoso en el cual la Iglesia ya no se encuentra con una unidad compleja y articulada, sino que estamos en una pluralidad de puntos de vista y perspectivas".
Gido explicó que "es muy importante darnos cuenta que tiene extremas dimensiones lo que aconteció, no solamente porque es una situación nueva para la Iglesia moderna. Lo que ocasionó la renuncia fue que el Papa señala que son tales las transformaciones y los cuestionamientos que el mundo le está haciendo a la vida y a la fe".
"El mismo señala con su renuncia no solamente que hay una crisis al interior de la Iglesia, sino que la Iglesia está en crisis con este mundo con el cual no ha sabido dialogar", concluyó el jesuita.